Oaxaca, México.- Dentro de las actividades que celebran los XXV años de la Feria del Libro de Antropología e Historia (FLAH), organizada por el INAH, se realizará el IX Foro Internacional de Música Tradicional, con el tema
Cuando vayas al fandango…
El fandango es fiesta, música, danza y verso, aseguró Benjamín Muratalla, subdirector de la Fonoteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), al resumir el tema del Foro que se realizará del 3 al 5 de octubre en el Museo Nacional de Antropología (MNA).
“Este género es un complejo musical festivo, que se cultiva en diversas regiones de México, como Veracruz, la Huasteca y el Istmo de Tehuantepec, pero también en otros estados del país, como Guerrero, Michoacán, Jalisco, Nayarit, Colima y Sinaloa”.
Muratalla indicó que el fandango nació en la zona rural del sur de Veracruz, con los soneros jarochos y, hace unas décadas, con el surgimiento del movimiento jaranero; después se extendió a otros estados cercanos y actualmente está por todo el país, e incluso en el extranjero.
Dijo que más que un género musical, agrupa un sinfín de estilos y se constituye en una categoría festiva muy extendida, que incluye coplas o “versos” y diversas formas dancísticas, que tienen como común denominador el zapateado.
Las raíces del fandango se hunden muy profundamente, pues formó parte de las expresiones indígenas precolombinas; después de la Conquista se sumó la tradición hispánica, que a su vez se había nutrido de las formas musicales de Europa, Oriente Medio y África, explicó.
En la época colonial el fandango se fraguó como un espacio donde convivían distintos estratos sociales, indígenas, criollos, mestizos, negros y mulatos, siendo un crisol de distintas culturas.
Uno de los aspectos más representativos de este género musical es la danza, que incluye el zapateado de la pareja “como un instrumento más de la dotación musical. Así, tenemos tarimas de diversos tamaños, las hay donde cabe una persona, una pareja o varias, como la artesa o cajón de la Costa Chica de Guerrero, pero también está documentada la tarima más pequeña del país, un cajón pequeño (de 30 por 30 centímetros) que era usado en Yucatán como medida para el maíz o frijol”.
“Se baila sobre la tierra, descalzos o con zapatos sobre tablas o tarimas; también en la región guerrerense de Tierra Caliente y en Michoacán se hacían hoyos en la tierra, a modo de cajas de resonancia, y se cubrían con tablas para aumentar el sonido; pero el zapateado es el común denominador”, abundó Benjamín Muratalla.
Otra forma de transmisión del fandango son las coplas, también llamadas “versos”, que muchas veces son improvisadas en el momento; a estos versadores también se les conoce como “repentistas”, porque con cualquier motivo o palabra te arman las rimas, en distintos géneros musicales, como sones, jarabes, gustos, peteneras.
Programa académico, editorial y musical
En el IX Foro Internacional de Música Tradicional participan etnomusicólogos, músicos, promotores culturales e investigadores interesados en la música tradicional. “Este año contaremos con la participación de especialistas de Argentina, Reino Unido, Colombia y España, así como un nutrido grupo de académicos nacionales, grupos musicales y tres presentaciones editoriales”, resumió Muratalla.
El programa de actividades abordará el fandango en el Istmo de Tehuantepec, por ello la sesión inaugural del 3 de octubre, contará con la presencia de la Marimba Tanguyú, así como ponencias sobre la Guelaguetza (Oaxaca), las chilenas y sones de Guerrero y Oaxaca, así como dos trabajos sobre la música indígena de las comunidades de Tila y San Juan Chamula, Chiapas.
Tras referir que el fandango es una celebración de la comunidad que puede ser civil, religiosa, calendárica y también de la vida cotidiana, el subdirector de la Fonoteca del INAH, detalló que en la segunda jornada del Foro, “se incluyó una mesa dedicada al fandango en Michoacán, donde se analizan varias fiestas tradicionales purépechas. Así como también la música y danza tradicional de la localidad la totonaca Zihuateutla, y la fiesta del kuri kuri, de Baja California”.
Entre los invitados internacionales, Muratalla destacó la presencia de Claudia Isabel Serrano Otero y Edgar Benítez, de Colombia; Carlos Reynoso, de Argentina; Marcus Risdell, de Reino Unido, y Raquel Paraíso, de España, quienes abordarán ejemplos de la apropiación y la trasmisión de la música tradicional a través de regiones, fronteras nacionales e incluso continentes.
Se presentarán los libros:
Nuevo Danza de la Culebra de Tlaxcala. Permanencia y cambio en el imaginario de un Carnaval mexicano, de José Fernando Serrano Pérez;
Compendio sones de México, de Mario Bernal; y
La Banda de Tlayacapan ¿Quién ha visto un quetzal en cautiverio?”, de Cornelio Santa María. En ésta última actividad participará también dicha agrupación morelense.
Asimismo, se presentará el disco
El buen son, con el grupo La Floresta, de Huamantla, Tlaxcala. Además participarán las agrupaciones de música tradicional: Yuka. Danza, cantos y tambores de raíces negras en América (Colombia); Banda Mixe de Ciudad Nezahualcóyotl; Grupo Danza Tradicional Oaxaqueña “Princesa Donashii” (sones del Istmo de Tehuantepec), y Grupo Chintacastli (fandango de Tixtla, Guerrero), entre otros.
También se hará un homenaje a Los Campiranos del Sur, grupo integrado por Elías Gamiño García, Miguel Gamiño Gutiérrez y Celso López Gallegos, músicos de El Platanillo, municipio de Tzitzio, Michoacán, que han contribuido al rescate del jarabe en su región. De igual forma, se contará con la presencia del Conjunto de Arpa Grande “El Lindero”, y los mariachis tradicionales Los Choznos y Los Pitayeros.
Todas las actividades del IX Foro Internacional de Música Tradicional, se llevarán a cabo del 3 al 5 de octubre, de 9:00 a 20:00 horas, en el Auditorio Jaime Torres Bodet, del Museo Nacional de Antropología (Paseo de la Reforma y Gandhi s/n, Chapultepec Polanco, delegación Miguel Hidalgo). Entrada libre