Oaxaca, México.- Para el reconocido artista contemporáneo Gabriel Orozco, su libro homónimo editado recientemente por la Dirección General de Publicaciones (DGP) del Conaculta, fue hecho pensando en México.
“Se aproxima a un libro donde se cuenta una historia cronológica basada en hechos reales, no es un libro especulativo y teórico o filosófico, tiene eso con los autores que analizan mi trabajo, pero parte importante es cronología que narra el acontecer creativo en momentos específicos”.
El artista nacido en Xalapa, Veracruz en 1962, participó en la presentación de la publicación
Gabriel Orozco, organizada en colaboración con el Instituto Nacional de Bellas Artes y la galería Kurimanzutto, la noche del lunes 1 de abril en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
La directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García Cepeda, reconoció el talento creativo y rigor intelectual de Orozco, además de admirar su trabajo, del cual dijo, es apreciado tanto en México como en el extranjero.
“Esta noche es significativa porque presentamos un libro largamente esperado, que sin duda, contribuirá al mayor y mejor conocimiento del universo orozquiano”.
Para la crítica de arte María Minera, los ensayos críticos de Ann Temkin, Briony Fer y Benjamin H. Bochloch, traducidos al español por Gabriela Jáuregui, sirven no solo de acercamiento a la obra de Gabriel Orozco, sino al conocimiento del mejor arte de nuestro tiempo.
“A alguien que no ve que la sutileza y el ingenio y la sencillez, pero sobre todo, la gracia son materia del arte más interesante posible, no solo no entiende la obra de Gabriel Orozco sino me temo, la historia del arte de los últimos cien años que ha sido particularmente juguetona y hasta pueril a ratos”.
Consideró que en las obras de Orozco, el chiste, el desvarío, el comentario sarcástico y la ironía, están ahí para ser cruzados como puertas que llevan a lo que Walter Benjamín llamaba la iluminación profana que puede provocar un instante de lucidez.
El crítico y ensayista Sergio González, explicó que en cada obra lo emblemático se ve relegado por la oblicuidad, no sólo geométrica o de materiales, sino de conocimiento prospectivo e imaginación sobre los alcances del arte.
“Un creador de primera magnitud realiza obras importantes, una figura superior de la cultura como Gabriel Orozco elabora obras importantes que se vuelven imprescindibles, ya que transforman los modos de producir y comprender no solo la cultura sino la realidad entera”.
De acuerdo con el escritor Juan Villoro, en el arte de Gabriel Orozco siempre hay un periodo especial: “Es un rescatista de las cosas para resignificarlas, reciclarlas, para que cumplan una función útil y estética, para jugar con ellas sin borrar las huellas de lo anterior”.
Agregó que a lo largo su obra aparecen metáforas del vuelo y del desplazamiento.
“El elemento que se le resiste y en el que se mueve es el elemento del viento en donde lanza su boomerang, es la zona de resistencia de un artista inagotable cuyo movimiento es indescifrable”.
El libro
Gabriel Orozco integra una retrospectiva de más de dos décadas de su labor creativa y ofrece la oportunidad de conocer el trabajo que exhibió entre 2009 y 2011, de forma itinerante, en el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, en Estados Unidos; el Kunstmuseum Basel, de Basilea, Suiza; el Centre Pompidou, de París, Francia, y la Tate Modern, de Londres, Inglaterra.
La publicación diseñada en colaboración con el propio Orozco, constituye un acercamiento a su trayectoria desde finales de los años ochenta hasta días recientes.