Oaxaca, México.- Para Rafael Barajas, José Guadalupe Posada fue un cronista que no solo supo captar y caricaturizar a sus pares, a la gente de su época, sino también al imaginario colectivo. “Posada fue un tipo que no aspiró a nada, funcionaba como un artesano popular y acabó considerado un artista de México e ícono del arte mexicano”.

En conferencia de prensa realizada el mediodía del 5 de marzo, el caricaturista Rafael Barajas, El Fisgón, anunció la próxima inauguración de la muestra José Guadalupe Posada. Crónica de un cronista a exhibirse en el Museo del Estaquillo a partir del viernes 8 de marzo.

Acompañado por Beatriz Sánchez Monsiváis y Henoc de Santiago, director del Museo del Estanquillo, Barajas subrayó que, independientemente del homenaje nacional con motivo del centenario de la muerte de Posada, era una obligación del recinto museístico hacerle un “digno homenaje” al ilustrador mexicano.

“A Carlos Monsiváis le gustaba José Guadalupe Posada porque era un cronista extraordinario, que reflejaba en su trabajo buena parte de la vida del México del siglo XIX, que no se encuentra en ningún lado, ni siquiera en los cuadros costumbristas”.

En la Terraza del Edificio La Esmeralda, el cual alberga la colección de objetos que Carlos Monsiváis adquirió a lo largo de tres décadas; Barajas agregó que Posada fue un tipo que trabajó a nivel del bajo pueblo de México, llamado prole, rufla o peladaje. “Su obra realmente es de una calidad extraordinaria que lo ha hecho uno de los clásicos de México y uno de los artistas más queridos del país. […] Es apasionante como artista y fenómeno de la historia del arte”.

El curador de la exposición, explicó que la muestra conformada por 450 obras del conocido grabador e ilustrador mexicano está divida en dos partes: su trayectoria periodística y su trabajo como cronista.

Dijo que gracias a la variedad de la colección del Estanquillo, se puede hacer un recorrido íntegro de las publicaciones en las que Posada colaboró. “Aquí tratamos de dar un panorama de cómo fue evolucionando su trabajo artístico y su posición política, a partir de sus inicios en la prensa con El Jicote hasta sus últimas caricaturas que publicó en Gil Bras”, pasando por Patria ilustrada, El Fandango y publicaciones de a centavo.

En la parte de su labor como cronista, indicó, se verá una sección que inscribe al artista dentro de la tradición del costumbrismo mexicano; una sala de calaveras en la que se muestran páginas de calacas antes y después de Posada, historias de crímenes pasionales, así como estampas religiosas.

Detalló que la exposición también incluye un muestrario de “redescubrimiento de Posada”, que consiste en presentar como lo veía Diego Rivera en su mural Tarde dominical en la Alameda; la versión del grabador Leopoldo Méndez; ejemplos de otros artistas del Taller de Gráfica Popular y cómo ha sido abordado por artistas contemporáneos como Francisco Toledo.

"Queremos que la exposición sea didáctica, bonita, pero sobre todo que divierta. Queremos serle fiel a la política que Carlos Monsiváis dijera en su momento, ‘que el museo fuera un poquito El Papalote para adultos’.

“Toda colección refleja los gustos y manías del coleccionista. Monsiváis era un extraordinario periodista y cronista, como tal se interesó en José Guadalupe Posada, uno de los más extraordinarios cronistas de su tiempo”.

José Guadalupe Posada. Crónica de un cronista estará abierta al público en el Museo del Estanquillo, ubicado en Isabel La Católica 26, Centro Histórico, a partir del 8 de marzo.