Ante el deceso Rafael Tovar y de Teresa expresó que "Rubén Bonifaz Nuño nos abrió el camino a los clásicos en la colección Graecorum et Romanorum. Homero, Sófocles, Aristóteles y muchos autores clásicos más estuvieron a nuestro alcance gracias a su generosidad".
Rubén Bonifaz Nuño nació el 12 de noviembre de 1923, en Córdoba, Veracruz. Entre 1934 y 1947 cursó la carrera de derecho en la Escuela Nacional de Jurisprudencia de donde obtuvo el doctorado en letras clásicas.
Fue fundador de la cátedra Seminario de Traducción Latina, investigador en el Instituto de Historia; creador de los centros de Lingüística Hispánica de Traductores de Lenguas Clásicas y de Estudios Mayas; director del Seminario de Estudios para la Descolonización de México y miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM.
En 1963 fue nombrado miembro de Número de la Academia Mexicana de la Lengua, desde 1972 miembro de El Colegio Nacional y fue presidente de la Sociedad Alfonsina desde 1986 hasta 2000.
Recibió numerosas distinciones y reconocimientos por su obra tales como el Premio Nacional de Ciencias, Letras y Artes (1974); la Orden del Mérito en el grado de Comendador (Italia, 1977); el Premio Internacional Alfonso Reyes (1984); el Premio Jorge Cuesta (1985); el Premio Universidad Nacional (1990); el doctorado Honoris Causa por la Universidad Veracruzana (1992); la Medalla Conmemorativa del Palacio de Bellas Artes (1997), y el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde (2000), entre otros.
Algunas de sus obras son Fuego de pobres, Siete de espadas, El ala del tigre, As de oros, El corazón de la espiral, Pulsera para Lucía Méndez, Del templo de su cuerpo y Trovas del mar unido, por mencionar algunas.