Ciudadania Express
Viernes 05 de julio, 2013. 11:25 am

Seculta:¿Premio de consolación política?

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Roberto MONTES  

Oaxaca, México.- Ya van más de ocho meses y el gobernador no decide a quién nombrar como titular de la institución rectora de la cultura y el arte en Oaxaca. Los nombres de los candidatos han aparecido como en una carrera frenética por conquistar el puesto: artistas, promotores culturales locales y nacionales, trovadores, diputados locales, políticos que nada tienen que ver con la cultura, han sido mentados. Sin embargo, el Ejecutivo continúa mostrando el carácter —o la ausencia de él— que lo ha identificado entre los oaxaqueños al no afrontar distintos temas urgentes para el estado.

 

A los problemas en la entidad se suma la desatención al sector cultural, mencionado multiples veces en discursos políticos como un embajador de Oaxaca nacional e internacionalmente, pero en la práctica, desplazado de las prioridades del Estado.

 

La ausencia en la designación de un responsable en el plano cultural ha generando que la comunidad artística local y nacional se pregunte ¿qué hay detrás del nombramiento de un secretario(a) de cultura?

 

La respuesta se afianza en aspectos políticos más que en asuntos estrictamente culturales, que podrían redundar en aumentar el apoyo que la comunidad artística y cultural de Oaxaca ha ganado en esta gestión. Lejos de que los encargados de tomar esta decisión conozcan a profundidad la labor que autoridades gubernamentales y la comunidad artística han hecho para cambiar las políticas públicas culturales, han decidido —y en los próximos meses o semanas se comprobará, al menos que el gobernador tome conciencia del desánimo que está generando— que la cultura sigue siendo una moneda de cambio y que Seculta será un premio de consolación para quien no gane las elecciones.

Qué requisitos deberá reunir este prospecto perdedor y nuevo titular de Seculta: ¿conocer el ámbito cultural?, ¿tener un diálogo constante con los diferentes sectores artísticos y académicos?, ¿estar abierto a propuestas innovadores provenientes de grupos juveniles antes ignorados?, ¿tener una visión amplia de cultura, respetando la tradición pero innovando en el empleo de nuevas tecnologías? Seguramente no. Con saciar los compromisos gubernamentales bastará, en detrimento de la cultura local pero sobre todo en perjuicio de sus creadores.

 

Una vez más el desdén gubernamental, ahora desde su propio titular, pone en riesgo la vida misma de los creadores de arte en Oaxaca. Las altas esferas políticas han entendido cómodamente que la cultura de la entidad seguirá con o sin la participación del Estado, pues siempre existirán creadores de gran nivel y, por si fuera poco, Oaxaca tiene a dos filántropos que realizan y auspician casi toda la labor cultural en la entidad: Francisco Toledo y Alfredo Harp Helú.

 

Sin embargo, aquello que las altas esferas políticas del Estado no han comprendido es que no basta desarrollar proyectos con estos dos enormes promotores culturales --por más importantes que sean--. La cultura necesita de los creadores y los creadores necesitan apoyos sistemáticos, ciudadanizados, transparentes, fiscalizables: condiciones adecuadas para desarrollar su trabajo. La comunidad artística reclama que la cultura sea tomada en serio por el Estado. Que la dependencia rectora en este ramo no sea un premio de consolación político, que no sea un paño que limpie las frustraciones políticas del funcionario en turno. Que la decisión que usted tome, señor gobernador, considere el bienestar de los oaxaqueños, de la comunidad artística, no sólo de unos cuantos.

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