Mariana Montiel Sánchez/CIMAC
Oaxaca, México.- El Colectivo de Investigación, Desarrollo y Educación entre Mujeres (CIDEM) ganó el primer lugar en la categoría Documental del concurso “Género y Justicia 2012”, organizado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con el audiovisual “Madres activistas de Xalapa”.
En el trabajo se documenta la lucha legal que emprenden mujeres del estado de Veracruz, a quienes sus ex parejas les quitan la custodia de sus hijas e hijos y les impiden verlos.
El cortometraje, de 10 minutos de duración, aborda los testimonios
de mujeres que se enfrentan a juicios por una figura denominada como “depósito judicial de personas”, mediante la cual los padres obtienen la custodia de los menores de edad.
Los padres pueden realizar un “juicio de depósito” en cualquiera de los diferentes juzgados de la entidad e iniciar un nuevo proceso en otro juzgado. Cada que lo hacen, las y los hijos quedan bajo la custodia paterna, y además las madres están obligadas a pagar pensión alimenticia.
En estos juicios los padres se valen de cualquier cosa, aún sin pruebas, para “arrebatar” a sus madres a los menores de edad.
Previo a la ceremonia de premiación en la SCJN, Sarahí Leyva Figueroa –una de las participantes del documental– dijo a Cimacnoticias que a ella se le acusó de “robo a casa habitación” para quitarle a sus hijos, además de que su ex pareja la calificó como “drogadicta”.
Explicó que cada juicio puede durar dos o tres años, de modo que hay madres que han tardado hasta seis años en volver a ver a sus hijos y hay quienes siguen sin conseguirlo.
Claudia Jiménez Romero –otra de las testimoniantes– señaló que durante el tiempo que dura el juicio las y los niños “son manipulados” por sus padres para “ponerlos en contra de sus madres”.
Mayela García Ramírez, directora del CIDEM y realizadora del documental, apuntó que el Colectivo dio acompañamiento a las madres cuyos hijos les fueron arrebatados.
“Tan pronto las conocemos comenzamos a darle seguimiento a sus audiencias, declaraciones ministeriales en la Procuraduría, les damos asesoría jurídica, acompañamiento psicológico, pero sobre todo un acompañamiento sororal como mujeres”, añadió García Ramírez.
COMBATIR LA IMPUNIDAD
Sarahí Leyva narró que en muchos casos los padres son funcionarios o figuras públicas con influencias dentro de las instancias judiciales competentes, por lo que los casos suelen resolverse a su favor.
“Tenemos mucho tráfico de influencias. Algunos son funcionarios públicos, otros son abogados. Él (su ex esposo) fue policía intermunicipal, ahora ya no pero sigue ejerciendo alguna fuerza o algún compadrazgo”.
Mayela García señaló que la corrupción de la que han sido víctimas las madres implica numerosas formas de violencia: de género por parte de sus parejas, institucional de parte del Poder Judicial, y de los medios, ya que las han colocado como mujeres de “dudosa moralidad”.
Durante la premiación, la ministra Olga Sánchez Cordero celebró el valor de las mujeres para enfrentarse a las autoridades, al estigma social y a los estereotipos. También destacó “la fuerza que han tenido para contar su historia y servir de ejemplo a otras mujeres en sus luchas”.
Explicó que el concurso, desde su creación hace cuatro años, pretende generar herramientas de sensibilización a las autoridades y de reparación “cuando menos simbólica” a las víctimas.
La antropóloga feminista Marcela Lagarde expresó en entrevista al término del evento que se requiere una transformación profunda del sistema judicial ante la corrupción en las instituciones.
“En nuestro país impera la impunidad en particular en el caso de las mujeres. Al ir en búsqueda de justicia, ellas encuentran nuevos obstáculos y nuevas formas de violencia ejercidas desde las instituciones: trato desigual, discriminación, minimización de las denuncias, dilación, omisión y negligencia”.
En la ceremonia de hoy también fueron galardonados en la categoría Documental los trabajos “Las cicatrices de la injusticia: caso Grettel”, de Erica Mora Garduño, y “Cuatro mujeres”, de Alejandro Alarcón Zapata, los cuales obtuvieron el segundo y tercer lugar respectivamente.
Se entregaron preseas en las categorías de Reportaje escrito y Ensayo a la periodista Lydiette Carrión por el texto “¿Cuánto cuesta matar a una niña”, y a Laura Aragón Castro por el ensayo académico “La coadyuvancia y la perspectiva de género, herramientas para mejorar el acceso a la justicia”.