Opinión: Educación en Oaxaca

Salvador José.

Oaxaca, México.- Mucho se ha hablado sobre irresponsabilidad de los profesores, que son unos huevones y borrachos, etcétera, etcétera. Sin embargo, mucho del problema en la educación no radica en  los defectos que tienen algunos mentores de la sección XXII de Oaxaca,  ya que existe un trasfondo maquiavélico (por decirlo de algún modo) desde que los gobiernos priistas y panistas llegaron al poder. Esto porque así convenía  sus intereses, de todos es sabido que un pueblo sin cultura, es un pueblo inmóvil e ignorante de sus derechos. Es hipócrita por parte del gobierno sobre todo federal decir que está preocupado por la educación.

  Si  aunamos que para los empresarios oaxaqueños, es una cuestión tan simple entre buenos y malos, como que el turismo no quiere venir  y por lo tanto no tienen ventas pues en todo caso,  no deberían reclamar a los mentores, sino a los gobernantes que nada o poco han hecho para que los niños de las comunidades tengan aulas decorosas, carezcan de alimentación y recorran kilómetros a pie para llegar a su escuela.

El atraso del estado de Oaxaca, uno de los más pobres y analfabetas del país, se debe principalmente a la omisión gubernamental. Pero ahora son tiempos de neoliberalismo rampante y copión, y a nuestros empresarios y gobierno, de repente les ha interesado una educación de calidad, ya que han visto que esto es un jugosos negocio.

El antropólogo Julio César Flores, líder de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) señala la Sección XXII es un Cartel, “y te dejo en libertad de darle las interpretaciones que quieras: Delincuencia organizada, grupo de salvajes, etcétera.

Lo cierto es que los llamados trabajadores de la Educación, que más bien deberían ser de la destrucción, hacen y deshacen. Están por encima de la ley, de las instituciones y de la sociedad, y gozan de absoluta impunidad.

Eso se llama ingobernabilidad, pero este término no es nuevo, ya es viejo, porque ningún nivel de gobierno, llámese federal, estatal o municipal, ha tenido los pantalones para aplicarles la ley.Expone que a diferencia de la sociedad, en este caso de los padres de familia, los integrantes de lo que llama "cartel" de la Sección XXII, sí están organizados aunque para mal.

Se han preparado para el terreno de la barbarie, pero no para educar. La niñez, es para los maestros de Oaxaca, un segundo término. La están dañando gravemente”.

Agregó que después de la acertada reforma Constitucional en materia educativa, su reglamentación resulta inaplazable en la ruta hacia una educación de calidad. Necesitamos transitar de una enseñanza mediocre hacia una educación de vanguardia, y como empresario apoyo decididamente las reformas que impulsa el gobierno federal en esa ruta”. Julio César Flores”. (Noticias  “Voz e Imagen de Oaxaca” 21 de agosto del 2013).

   Con estas declaraciones no hay mucho que decir, ya que como lo señala el líder de los restauranteros, apoya las reformas que impulsa el gobierno.

    Impulsará el presidente de la Canirac, las distancias que tienen que recorrer sin alimentos en el estómago, y no precisamente por corajes, las malas condiciones en que están las escuelas en las comunidades oaxaqueñas. La privatización de la educación para que más y más jóvenes no puedan tener una educación laica, gratuita y obligatoria?

Si no es así, lo más probable que este señor ni conoce Oaxaca, ni sabe lo que es una escuela pública, ni como empresario y mucho menos como antropólogo. Que por cierto, los restauranteros de alto calibre son los más favorecidos por el turismo, pero también los primeros en dar el grito al cielo.   

  Los maestros oaxaqueños son quizá el único sindicato que le hace frente a la avalancha neoliberal de privatizar la educación. Hasta el 23 de agosto se apremia tanto por el dirigente impuesto, Juan Díaz dirigente del SNTE, como por la fracciones priistas y panistas, la ley de evaluación para los docentes. Por lo pronto se aprobaron “en lo oscurito” dos de las tres leyes secundarias de la reforma educativa, en el centro Banamex.