es básicamente la misma que fue usada por los grandes muralistas: se trata de un conjunto de 20 frescos transportables, cerámicas y una pieza que realicé en los talleres del Centro de las Artes de San Agustín Etla, la cual es una investigación que el maestro Francisco Toledo realiza con materiales naturales y la técnica del afelpado. El historiador Santiago Espinosa de los Monteros –uno de los prologuistas del catálogo– explicó que
esta serie de frescos, hechos a la manera ortodoxa, que el método exige, hace una suerte de homenaje no sólo a las técnicas centenarias de producción de obra en esos soportes, sino que recoge una de las tradiciones más arraigadas en el pueblo mexicano: la producción del mezcal, destilado de agave que ha jugado por centurias un papel fundamental en las costumbres de algunas comunidades indígena.
se aleja de los cánones oaxaqueños de la pintura para mostrar otros caminos y otras vidas. Por ello, el planteamiento iconográfico de Flores
requiere de muchas lecturas, pero muestra una puerta a la liberación; es decir, volver a los orígenes sin perder la perspectiva del porvenir, un regreso a la mexicanidad que nos libere de nuestros yugos autoimpuestos. La muestra permanecerá abierta al público hasta el 5 de marzo en la galería planta alta y espacio visual del Centro Cutural Casa Lamm, ubicado en Álvaro Obregón 99, colonia Roma.
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