Oaxaca, México.- Cada estación tiene sus aromas y sus luces, también sus noches y sus flores. Las noches de verano tienen en la imaginación un poder especial. Y si esas noches son lluviosas la sensibilidad se revitaliza. Una atmósfera poética invita a la lectura, y qué mejor opción que la poesía de un grande: Xavier Villaurrutia.
La flor de este verano es la del destacadísimo miembro de la generación conocida como Los Contemporáneos: una rosa. Conaculta ha editado un facsímil de la primera edición del poema Nocturna Rosa, para que volvamos a sentir su fascinante poder.
Una edición a la altura de la creación que envuelve, que desde la vista conquista, y que además le añade como epílogo un estudio de Anthony Stanton. Revisión impecable, recorrido que agranda el poema porque nos permite deshojarlo verso a verso. En cada forma se abren nuevos significados potenciales. El poema va rindiéndose, entregándose.
Parte el análisis del primer verso, “Yo también hablo de la rosa”, y esa declaración de intenciones inicia un diálogo con la poesía de Langston Hughes, Walt Whitmann, Jean Cocteau. La de Villaurrutia es una rosa que se ramifica, que se nutre de otras pero es nueva. Es el mandato del arte, es la respuesta al Arte poética de Huidobro. Está hecha de la sangre de la creación.
Nocturna Rosa nos invita a recorrer el flujo poético que atraviesa el siglo XX a través de lo que puede parecer un simple lugar común, el objeto tal vez privilegiado por los poetas: la rosa. “La expresión personal cobra fuerza a partir de una conciencia del carácter colectivo y postizo de los símbolos convencionales que sólo pueden ser resucitados en el acto de la apropiación”.
La flor de Villaurrutia, esta flor, es un deseo; como el anhelo que nace condenado a avanzar irremediablemente, es una misteriosa forma de quietud. La rosa es tender hacia, es una condición poética. Convoca y evoca todos los sentidos, es decir, todo lo que podemos ser en el mundo.
Nocturna Rosa es un canto que de pronto cae como plegaria Es la rosa del tacto en las tinieblas, Es la rosa moldura del oído, Es la rosa encarnada de la boca. Es luz cuando las otras luces desaparecen, es repetición musical, es sensualidad entreabierta. Y por esas cualidades, es poesía.
Stanton no renuncia a la interpretación, pero no se vale de intuiciones pasajeras, sino que avanza en el análisis desde la métrica para dar con el ritmo de la estrofa y del poema. Se detiene en alusiones que sólo un tenaz estudioso puede apresar. Intenciones que pasan inadvertidas para el lector común se revelan traslúcidamente. Cada palabra abre otros universos, el poema en su estudio se vuelve espiral.
La rosa de Villaurrutia, afirmó él mismo, es inmaterial, hace sin embargo, una formidable materialización del símbolo de la rosa, el arquetipo del amor ideal que se vuelve singularmente carnal y físico.
El análisis de Stanton es microscópico, celular. El poema no es arbitrariedad o suerte en los sonidos. No es un lánguido hacer. El poema se ata a tradiciones, se desata en la grandeza del lenguaje. En insinuaciones nuevas e inagotables.
“En manos del poeta el lenguaje no es sólo un instrumento lógico, sino también un instrumento mágico. El círculo del poeta es la combinación y la superación de dos potencias antagónicas del lenguaje: la potencia lógica y la potencia misteriosa” cita Stanton a Villaurrutia.
Xavier Villaurrutia, 1903-1250. Poeta mexicano, estudió teatro en Bellas Artes; becado por la Fundación Rockefeller en 1935, estudió arte dramático en la Universidad de Yale. Formó parte del grupo llamado Los Contemporáneos y miembro fundador de la revista Contemporáneos.
Dirigió junto con Salvador Novo la revista Ulises. En poesía sus obras más destacadas son: Nocturnos (1933), Nostalgia de la muerte (1938),Décima muerte (1941) y Cantos a la primavera y otros poemas (1948).
Dentro de sus obras dramáticas destacan: Cantos profanos (1943) e Invitación a la muerte (1944). Su obra narrativa se compone de una novela Dama de corazones (1928) y escribió el libreto de la ópera La mulata de Córdoba en colaboración con Agustín Lazo, y que fue estrenada en Bellas Artes en 1948.
Anthony Stanton, doctor en literatura hispánica, Universidad de Sheffield; profesor-investigador de El Colegio de México.
Xavier Villaurrutia Nocturna Rosa. Epílogo de Anthony Stanton. Ed. Facsimilar. Conaculta. 46 pp.
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