Oaxaca, México.-Los ojos están puestos en nuestro vecino Marte ya que el cometa C/2013 A1, conocido como
Siding Spring,
pasará a 139.500 kilometros del planeta rojo, menos de la mitad de la distancia entre la Tierra y la Luna, y más cerca que cualquier conocido sobrevuelo de cometas en la Tierra.
Este
hito en astronomía hace que la NASA se haya puesto manos a la obra para
movilizar telescopios espaciales y terrestres (Hubble,
Kepler, Swift, Spitzer, Chandra y el Telescopio Infrarrojo d eMauna Kea, Hawaii), así como los rover Opportunity y Curiosity,
para captar este evento.
El momento más crítico será a las 14.27 GMT del 19 de octubre, ya que será el punto de mayor acercamiento, donde
el cometa pasará a 56 kilómetros por segundo. La cercanía del cometa con el planeta rojo supone una oportunidad increíble para recabar datos tanto sobre el cometa como sobre los efectos que tendrá su paso por la atmósfera marciana.
“Este
es un regalo de la ciencia cósmica y diversas misiones científicas de la agencia estarán en completo modo de recepción. Este cometa en particular nunca antes había entrado en el sistema solar interior, por lo que proporcionará una nueva fuente de pistas sobre los primeros días de nuestro sistema solar”, afirma John Grunsfeld de la
NASA.
El cometa, proveniente de la
Nube de Oort,
será el primer cometa de esta zona en ser estudiado de cerca por las naves que orbitan y transitan por la superficie de Marte. Por ello, las naves
Mars Odyssey, Mars Reconnaissance Orbiter y Mars Atmosphere and Volatile Evolution (MAVEN), la úlima en incorporarse a este proyecto, fueron redirigidas para reducir todo lo posible el riesgo de impacto con partículas de polvo de alta velocidad que con seguridad se desprenderán del cometa.
“
El peligro no es un impacto del núcleo del cometa, sino el rastro de escombros que viene de él. Con las limitaciones previstas por observaciones realizadas desde la
Tierra, los resultados de los modelos indican que el riesgo no es tan grande como se había previsto. Marte estará a la derecha en el borde de la nube de escombros, por lo que podría encontrarse con algunas de las partículas - o tal vez no”, explica Rich Zurek, científico del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.