Egipto.-Los dos colosos de Amenofis III, derruidos por un terremoto en el año 1.200 a. C. vuelven a flanquear, erguidos sobre sus plataformas, la entrada norte del templo del faraón también conocido como Amenhotep III, en la ribera oeste del río Nilo a su paso por Luxor.
Un equipo internacional liderado por la armenia Hourig Sourouzian y el egipcio Abdelkarim Karrar inauguró este domingo
el levantamiento de estas dos gigantescas estatuas, en presencia del ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh al Damati, y el gobernador de Luxor, Tarek Saad el Din.
Los dos colosos, partidos en más de doscientos trozos y
sumergidos en agua debido al alto nivel freático del Nilo, sufrieron durante siglos los daños de la humedad, las sales y el vandalismo.
La misión para su levantamiento, considerada de emergencia, se llevó a cabo en dos tandas en un mismo año, algo inusual. La primera se realizó entre los meses de enero y marzo de 2014, cuando se sacaron los más de doscientos fragmento de las esculturas sumergidos en el agua, s
e trasladaron cincuenta metros hacia tierra firme y se levantó el primero de los colosos, de 12,35 metros de altura.
El pasado mes de noviembre comenzó la segunda etapa, en la que
se alzó la segunda estatua de calcita, con una altura de 12,93 metros y 110 toneladas de peso, en un mes y diez días. "Es la mayor reconstrucción colosal del mundo", destacó el director técnico de la operación, el arqueólogo y restaurador español Miguel Ángel López.
El sistema
Esta obra faraónica ha sido posible gracias a
un sistema de cojines de aire comprimido, que son capaces de mover hasta setenta toneladas de peso. Además, varios polipastos o grupos de poleas móviles permitieron mantener la dirección y el control de los movimientos.
Las piezas han sido pegadas
con diferentes resinas de más o menos resistencia y, aquellas uniones que lo necesitaban, fueron reforzadas con espigas de acero.
Al colocar la última pieza que completaba el segundo coloso, López aseguró sentir
"un alivio impresionante, que no se puede describir", ya que "el exceso de adrenalina que tienes hasta que acabas es indescriptible".
"Tienes que tomar decisiones en muy poco tiempo, estar muy seguro y tener mucha confianza en los materiales y en la gente que trabaja contigo", añadió López, que contó con la asistencia de
Christian Perzelmaier y Mohamed Ali El Ghassab.
Está previsto que todo este templo, compuesto por los famosos cuatro colosos de Memnón, tres patios, un peristilo, una sala hipóstila y un santuario, se convierta en un futuro en
un museo que permita observar la obra de Amenofis III.
La historia
Hijo del rey Tutmés IV y perteneciente a la XVIII dinastía, que gobernó Egipto del año 1554 al 1304 antes de Cristo,
ubicó su capital en Tebas y desde allí consolidó la supremacía egipcia en Babilonia y Asiria.
No muy lejos de donde se levantan los dos colosos, Al Damati procedió también a la apertura de un sarcófago de una cantora del dios Amón hallado a principios de mes durante las excavaciones del proyecto español Visir Amen-Hotep Huy, dirigido por
Francisco Martín Valentín y Teresa Bedman.
"Hasta el momento de ver la momia hemos contenido el aliento, ha sido muy emocionante; es lo más parecido a tener un hijo y verle por primera vez la cabeza", dijo Bedman, quien añadió que
la momia lleva entre las piernas un papiro que analizarán el año que viene.
Acolchado y protegido con papel japonés (una especie de gasa fina),
el sarcófago de la cantora de Amón será trasladado el lunes al almacén Carter, en Luxor, donde será custodiado hasta que comience la siguiente misión del proyecto, el próximo octubre.