Oaxaca, México.-El Senado y la Cámara de Diputados mantienen congelados más de 300 proyectos de ley aprobados ya por alguno de los dos órganos legislativos, pero sin ratificación, modificación o rechazo del otro.
Al cierre del quinto y penúltimo periodo ordinario de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión, los senadores acumularon en comisiones alrededor de 220 minutas remitidas por los diputados, mientras éstos tienen pendientes de dictamen 84 asuntos avalados ya por sus colegisladores.
Como el más reciente ejemplo de las reformas entrampadas en el proceso bicameral destaca la enmienda constitucional para acotar y regular las deudas de estados y municipios, la cual fue discutida y votada dos veces en cada cámara legislativa, pero devuelta con cambios por tercera ocasión al Palacio de San Lázaro, lo cual condujo a su anulación automática por contravenir el artículo 72 constitucional.
Diputados y senadores presentaron nuevamente el asunto como iniciativa conjunta durante la pasada sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en un intento por rescatar la reforma y aprobarla de común acuerdo durante el próximo periodo ordinario de sesiones de febrero-abril.
De acuerdo con la relación de iniciativas aprobadas por la Cámara de Diputados y turnadas al Senado entre septiembre de 2012 y diciembre de 2014, son 220 las minutas en materias como seguridad, educación, salud, transparencia, asuntos fiscales, tributarios, de transparencia y fiscalización las que esperan dictamen en comisiones senatoriales.
Tan solo en el más reciente periodo de sesiones, los diputados remitieron a los senadores 63 minutas, de las cuales quedaron pendientes de trámite 55, y apenas ocho fueron dictaminadas, votadas en el pleno y enviadas al Ejecutivo para su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Entre los temas congelados en el Senado tras su aprobación en la Cámara de Diputados sobresalen la nueva Ley de la Fiscalía General de la República (en sustitución de la PGR), la reforma constitucional sobre gobiernos de coalición en los estados y la desvinculación del salario mínimo como referente de multas y sanciones.
En contraparte, los senadores han turnado en los 28 meses de la actual Legislatura un total de 240 minutas a los diputados, que en ese lapso aprobó 116 y desechó 40 más, dejando congeladas en comisiones las restantes 84.
Destacan entre los pendientes en el Palacio de San Lázaro reformas en materia de cambio climático, violencia contra las mujeres, derechos humanos, combate al sobrepeso y acceso a la información pública gubernamental.
Tampoco los acuerdos entre los líderes parlamentarios de ambas cámaras han garantizado el desahogo expedito de las reformas, con excepción de las impulsadas desde el Pacto por México, con la participación activa del Ejecutivo y de las dirigencias nacionales de PRI, PAN y PRD.
No obstante, las juntas de Coordinación Política de la Cámara de Diputados y del Senado de la República acordaron en la recta final del periodo ordinario recién clausurado resolver los temas urgentes y turnarlos de manera recíproca para su aprobación.
A los senadores correspondía dictaminar y aprobar, incluso parcialmente, las iniciativas presidenciales en materia de seguridad y justicia, pero no alcanzaron acuerdos y la reforma quedó en suspenso en comisiones.
Los diputados se comprometieron a su vez a dictaminar y votar la Ley de la Fiscalía General de la República y la desvinculación del salario mínimo, y aunque lograron esa meta y enviaron la minuta correspondiente al Senado, ambos proyectos quedaron también pendientes.
En la cancha de la Cámara de Diputados, la deuda mayor es la reforma constitucional en materia anticorrupción, pues las bancadas del PRI y del PAN suspendieron negociaciones a cuatro días de concluir el periodo ordinario y las restablecieron de última hora, ya sin probabilidad de resolver ese tema antes de finalizar el año.