Oaxaca, México-Pese a que en tres años el número de
migrantes asegurados por el
Instituto Nacional de Migración (INM) se incrementó más de 30%, y en el caso de los menores hasta más de 130%, el presupuesto ejercido por este órgano desconcentrado de la
Secretaría de Gobernación sólo aumentó 6.4% entre 2011 y 2013, al pasar de dos mil 943 millones de pesos (mdp) a poco más de tres mil 144 mdp en el lapso referido.
En tanto, el presupuesto aprobado por el Congreso de la Unión a ese organismo creció 19% en cuatro años, pues subió de mil 760 millones de pesos en 2011 a dos mil 102 en 2014.
Se trata de recursos insuficientes, pues con base en las cifras oficiales de los meses de enero-mayo de este año, así como en las tendencias de los dos últimos años, para diciembre de 2014 se prevé que los aseguramientos de migrantes en general aumenten 52% y respecto a los menores hasta 400%, en un periodo de cuatro años.
Al respecto, sólo en los primeros cinco meses de este año el INM aseguró a ocho mil 7 niños, casi el doble que en todo 2011 y una cifra casi similar a la de 2013, cuando fueron presentados ante la autoridad migratoria cuatro mil 160 y nueve mil 893 menores de edad, respectivamente.
Una revisión a los documentos del INM sobre “extranjeros presentados ante la autoridad migratoria”, revela los alcances de la crisis humanitaria que significa el fenómeno de los niños y adolescentes migrantes. En 2012, los menores representaron 6.9% de los migrantes asegurados; en 2013, 11.3%, y para 2014 (enero-mayo) ya constituían el 18.2% de los 43 mil 863 indocumentados.
Al comparar los presupuestos aprobados por el Congreso de la Unión con los realmente ejercidos, se puede observar que el INM ejerce más recursos de los que se aprueban. Por ejemplo, en 2011, el total de los recursos aprobados por la Cámara de Diputados fue de mil 760 millones de pesos. Sin embargo, al final del año se ejecutaron poco más de dos mil 943 millones, es decir 66% más.
En el documento
Una mirada al presupuesto del Instituto Nacional de Migración, coordinado por
Rodolfo Córdova Alcaraz, el Centro de Análisis e Investigación Fundar señala que el hecho de que se ejerzan más recursos de los que se aprueban ha sido una constante desde hace casi 10 años (2005).
El estudio explica que esto se debe a que el presupuesto de Migración tiene una particularidad: una proporción importante de sus ingresos son autogenerados o excedentes, “pues provienen del pago de derechos migratorios, multas, sanciones y de otros derechos (p.e. copias certificadas), y de otras fuentes de cooperación internacional (p.e, la Iniciativa Mérida)”.
El estudio agrega que lo único que se garantiza en los recursos aprobados en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) “son los sueldos y prestaciones de las personas que trabajan para el INM”, rubro a donde de un presupuesto (2011) de mil 760 millones de pesos se canalizaron mil 321; asimismo, de dos mil 102 millones de pesos presupuestados para 2014, mil 776 millones de pesos irán a servicios personales, es decir entre 75 y 80% del dinero avalado por el Congreso de la Unión.
Para Fundar es indispensable “modificar la naturaleza del presupuesto del INM, en virtud de que ejercer los recursos generados a partir del cobro de derechos por servicios migratorios representa (parte de) un proceso. Es por esto que, resulta necesario que la totalidad del presupuesto del INM sea autorizado de manera explícita en el PEF que se aprueba de manera anual”, según el análisis.
Sobre el manejo del presupuesto, hay que destacar el subejercicio de éste: un documento del INM, solicitado vía la ley de la transparencia, revela que al 30 de junio de este año el organismo no había ejercido ni el 10% del presupuesto ejecutado en 2013 para alimentación y salud en el marco de los cuatro programas de protección a migrantes: Grupos Beta, Programa de Repatriación Humana, Programa Paisano y Oficiales de Protección a la Infancia.
En el documento del INM, en poder de
EL UNIVERSAL, se establece que en el ejercicio fiscal 2013, este órgano desconcentrado erogó 110 millones 463 mil pesos para “productos alimenticios”, un millón 642 mil pesos para “medicinas y productos farmacéuticos” y 677 mil 703 pesos para “materiales, accesorios y suministros médicos”, mientras que al 30 de junio de este año sólo había ejercido 7 millones 472 mil, 27 mil y tres mil 35 pesos en cada uno de los rubros señalados, respectivamente.
En relación con este punto, Fundar señala que otro elemento que permitiría avanzar de forma sustantiva en la protección de migrantes, es que el Congreso de la Unión etiquete, a través del Presupuesto de Egresos Federal, los recursos mínimos necesarios para operar los cuatro programas.
De acuerdo con el INM, la procedencia de los migrantes centroamericanos asegurados ha variado en los últimos años: en 2012, 45.3% eran guatemaltecos; 32.6%, hondureños, y 14%, salvadoreños, sin embargo, para 2013, los hondureños ya representaban 39.3%, los oriundos de Guatemala, 36.4%, y los salvadoreños, 16.8%.
Para enero a mayo de este año los hondureños ya representan casi la mitad del total de los extranjeros asegurados (43.3%), mientras guatemaltecos (32.8%) y salvadoreños (17.6%) mantienen índices similares a los correspondientes a 2012 y 2013.
Además, en los primeros cinco meses de 2014, fueron asegurados también dos mil 739 migrantes (6.2%) de otras 67 naciones. En este rubro destacan ciudadanos de Ecuador (462), Estados Unidos (448), Cuba (444), Nicaragua (407), Bangladesh (150), Somalia (146) y Colombia (118).
Por estados, Chiapas encabeza la lista de migrantes asegurados, con 17 mil 62, le siguen Veracruz, con seis mil 797; Tabasco, con cuatro mil 239; Oaxaca, con cuatro mil 5, y Tamaulipas, con dos mil 533.
Ente enero y mayo, en todas las entidades se han registrado aseguramiento, aunque en estados como Baja California Sur y Colima, el fenómeno es menor, pues estos dos estados registran sólo seis y 23 casos, respectivamente.
Estas cifras reflejan que para llegar a Estados Unidos los migrantes optan mayoritariamente por la ruta del Golfo, más peligrosa por la notoria presencia del
crimen organizado, pero mucho más corta que la del Pacífico.