Oaxaca, México.- Desde San Pedro Sula, Honduras, Rubén Figueroa reporta que siete autobuses repletos de mujeres y niños migrantes, detenidos en diferentes puntos de la República Mexicana, arribaron este viernes 27 de junio a San Pedro Sula, donde un total de 155 menores de edad y 99 adultos, en su mayoría mujeres, fueron recibidos en el centro Edén, que tiene a su cargo la Dirección Nacional de Niñez, Adolescencia y la Familia (DINAF).
Organizaciones en Honduras informan que desde la visita de Joseph Biden,
Vice Presidente de los Estados Unidos para reunirse con los presidentes de
Guatemala y de El Salvador, el Coordinador General de Honduras, y el
secretario de Gobernación de México, para tratar la crisis generada por el
aumento repentino de la migración de niños que viajan sin compañía, el
numero de deportados ha ido en aumento.
Los 155 menores que arribaron este viernes se suman a los más de 5 mil que han sido repatriados por autoridades de Estados Unidos y México en lo que va del año. El número de menores deportados ha superado ya a los 4 mil que fueron recibidos por el centro del Edén en el 2013.
Algunas de las mujeres retornando con sus hijos pequeños se cubrían el rostro al bajar del autobús para evitar ser identificados. Muchos de ellos expresaban su tristeza y frustración por no haber podido alcanzar su destino. Otros más dijeron estar decididos a volver a intentar llegar a Estados Unidos ya que sus vidas corren peligro y han sido amenazados por las pandillas que asolan la región Centro Americana.
Barak Obama, por su lado, hace un llamado a los gobiernos de México y
Centroamérica para que desanimen a sus pueblos de viajar a los Estados
Unidos, de donde serán deportados. Palabras de un presidente que ha sido
llamado “el Deportador en Jefe”, siendo que la actual crisis humanitaria es
producto de la mezcla letal sus políticas de inmigración, del endurecimiento de la vigilancia fronteriza, la militarización, su guerra contra la drogas, sus ventas irregulares de armas y la imposición de modelos económicos, que han eliminado la oportunidad de sobrevivencia de la gente, generando la violencia y empujando al límite la gobernabilidad de los pueblos.
Insistimos en que es urgente que se apliquen los protocolos internacionales
que definan esta situación como una crisis humanitaria y se declare a ésta
población en movimiento como una población de víctimas de violencia
extrema y por ende REFUGIADOS, objeto de protección internacional.