Oaxaca, México.- El pasado 4 de mayo de 2014 la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) en comunicado público informó a la comunidad universitaria que la Oficina del Abogado General concluyó la Junta Aclaratoria, en la cual se analizaron imputaciones hechas en contra del Dr. Enrique González Ruiz por la antropóloga Carmen Rodríguez y la psicóloga Clemencia Correa, trabajadoras asesoras académicas de esta casa de estudios por hostigamiento y acoso sexual y laboral.
El Dr. González Ruiz fue despedido por la Oficina del Abogado General, decisión fundada y motivada con respeto a los derechos humanos de los involucrados, en particular los derechos y garantías de seguridad y certeza jurídica para defenderse, luego de un proceso de once meses, desahogado ante la Instancia Universitaria (Junio - Octubre de 2013) y en Junta Aclaratoria (Diciembre 2013 - Abril 2014) expresa en la resolución del 5 de mayo y publicada en la página de la universidad
Valoramos de suma relevancia el mecanismo definido por la UACM para procesar este y otros casos de hostigamiento y acoso sexual y laboral registrados en la universidad, ya que sientan un precedente positivo respecto a los procedimientos y procesos que deben seguirse para defender los derechos de las mujeres frente a una práctica sumamente extendida pero todavía muy poco. El centro y objetivo de la resolución es sancionar una práctica ilegal que no debe ni puede ser tolerada en ninguna institución, sin importar la persona de quien se trate.
El mecanismo para resolver este caso, conocido y aceptado por las partes, cumplió con los principios de legalidad y respeto a los derechos humanos de todos y todas las implicadas, lo cual incluye los mecanismos de apelación correspondientes. Frente a ello nos preocupa que, en lugar de utilizar las vías institucionales acordadas, a lo largo del proceso y ya definida la sentencia, la parte acusada haya recurrido a prácticas difamatorias en contra Clemencia Correa, Carmen Rodríguez y su abogada Andrea Medina y a la violación de carácter confidencial acordado para el proceso.
Como movimiento de derechos humanos hemos documentado y denunciado los efectos de la difamación en las personas que defienden los derechos humanos y hemos desarrollado diversas propuestas para que este tipo de prácticas sean sancionadas socialmente y por las instancias responsables. En el caso de las mujeres la difamación profundiza la discriminación y la violencia de género que se caracteriza por culpar, avergonzar y desconocer a las víctimas y este caso no es una excepción.
En este sentido nos parece fundamental reconocer la trayectoria y aporte a los derechos humanos de todas las partes, así como la valentía de las denunciantes de haber iniciado y llevado a cabo un proceso que sabemos que es difícil y por lo general revictimizante.
Hacemos un llamado a las personas implicadas en este caso y a las organizaciones que hemos venido acompañando y dado seguimiento a que actuemos de forma responsable y congruente con los principios y derechos que hemos defendido históricamente. Hacemos un llamado también para que abramos un espacio de reflexión y análisis sobre el hostigamiento sexual y laboral hacia las mujeres en nuestras propias organizaciones y movimientos.
A la UACM le solicitamos se dé cumplimiento a las medidas de reparación del daño solicitadas por las denunciantes para asegurar el cumplimiento de sus derechos y evitar una nueva revictimización.
Estamos ciertas que nuestro trabajo puede y debe contribuir a erradicar la violencia contra las mujeres tomando como ejemplo este caso y otros en los que mujeres han decidió traspasar el silencio.
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