Moscu, (Reuters) — Rusia puede hacer poco por apuntalar los débiles precios globales del petróleo aunque la OPEP así lo quiera. Los pozos rusos se congelarán si dejan de producir crudo y el país no puede almacenar la producción que normalmente exportaría.
Antes de la reunión que sostendrá la OPEP la próxima semana, Rusia ha conversado con el miembro del grupo Venezuela sobre la necesidad de "coordinar acciones en defensa" de los precios del petróleo y planea enviar una delegación de alto rango para que ejerza presión con ese mensaje.
Pero pese a que necesita que los precios del crudo coticen en 100 dólares por barril
para equilibrar su presupuesto, Rusia ha hecho pocos cambios desde el 2008 cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) instó a Moscú a unir sus fuerzas para reducir los suministros para apuntalar los precios.
En aquel entonces y ahora, el mayor productor mundial de petróleo carece de la habilidad para elevar o alterar su propia producción.
"Nada ha cambiado", dijo Valery Nesterov, analista de Sberbank CIB, al agregar que mientras China ha construido almacenes para fortalecer sus reservas para su economía de alto consumo energético, Rusia no ha construido nuevas instalaciones.
Nesterov dijo, además, que Rusia tiene un clima severo y una geología desafiante, lo que significa que no puede simplemente detener los pozos de producción de petróleo. "Los pozos rusos simplemente se congelarán si los detienen", agregó.
Pero eso no significa que Moscú no intentará persuadir a otros a ayudarle a apuntalar el precio del petróleo, que ha caído un 33 por ciento desde junio a 78 dólares por barril.
Igor Sechin, presidente ejecutivo del mayor productor de petróleo de Rusia, Rosneft, y un antiguo aliado del presidente Vladimir Putin, y el ministro de Energía, Alexander Novak, viajarán a Austria días antes de la esperada reunión de la OPEP en Viena.
Tienen previsto asistir a una conferencia con funcionarios venezolanos aunque no han hecho referencia a la agenda o los otros asistentes al evento. La portavoz de Novak dijo el jueves que el ministro no asistiría a la reunión de la OPEP.
Los observadores del mercado petrolero están divididos sobre el resultado del encuentro en Viena, que será el más incierto en años. Y los analistas están divididos sobre si habrá un recorte coordinado en la producción y algunos sostienen que el bombeo podría caer en hasta 1.5 millones de barriles por día (bpd).
Algunos expertos argumentan que Rusia podría incluso necesitar que los precios del crudo coticen en 115 dólares por barril para equilibrar su presupuesto, dado que el gasto social y militar ha aumentado, mientras que las sanciones de Occidente por el conflicto con Ucrania han bloqueado los fondos que Moscú obtiene de los mercados financieros occidentales.
Dado que su producción no puede ser interrumpida, la única opción que queda es que Rusia reduzca sus exportaciones de casi 4 millones de bpd.