Ocotlán de Morelos, Oax.- “Los libros de historia y civismo me gustan, también donde se hacen las cuentas y más los que hablan de la tierra y del campo. Es ahí donde me pongo a investigar sobre las plagas y el cuidado de las plantas, estos temas nos sirven mucho a los que trabajamos en el campo”, afirmó Pedro Celestino Rivera, campesino de la agencia de San Felipe Apóstol, Ocotlán; quien desde hace un año comenzó a estudiar la primaria en el Instituto Estatal de Educación para Adultos (IEEA), y en este 2014, a sus 65 años de edad recibió su certificado.
En entrevista, relató que cuando era niño sólo aprendió a leer y escribir, porque fue unos meses a la escuela, pero por la situación económica tuvo que dedicarse al campo y dejar los estudios.
Mencionó que actualmente siembra maíz, frijol y garbanzo, y en ocasiones se va por unos meses a trabajar a los Estados Unidos: “me fui de militar, duré tres años en el servicio y después volví al campo, pero cuando me casé y tuve mi familia hacía falta dinero para mantener a mis seis hijos y me fui 10 años a Estados Unidos. Ahora voy y vengo”.
Recordó que cuando llegaba de trabajar en el campo lo único que quería era ir a descansar, pero recordaba que tenía que estudiar y mejor decidía tomar los libros y revisar los temas.
Señaló que a través de la escritura encontró la forma de que las canciones que canta no se le olviden, por las noches se pone a cantar y a escribir, así también lee libros que complementan los conocimientos que tiene sobre la siembra y cosecha.
En tanto Domingo Martínez, campesino y regidor de Ecología del municipio de Yogana, Ejutla, concluyó la educación secundaria este año y piensa seguir estudiando el nivel medio superior.
“Inicié porque tenía necesidad de tener mi certificado, sobre todo por las ganas de aprender. Tengo intenciones de seguir adelante, yo creo que es importante que los que tenemos una responsabilidad en el municipio estudiemos para que los del pueblo se animen”, enfatizó.
Apuntó que espera que más personas de su comunidad se integren a los servicios del Instituto, al ver que sus autoridades ponen el ejemplo, ya que en la población hay algunos habitantes que no han terminado la educación básica.
Finalmente explicó que organiza su tiempo para cumplir con sus obligaciones municipales, las actividades del campo, atender a su familia y por las noches destina unos minutos para la lectura, principalmente de libros que tengan relación con el campo.