Oaxaca, México.-(CNNExpansión) — La caída en los precios internacionales del petróleo sí va afectar a México, y el impacto va más allá del faltante de 11,400 millones de pesos (mdp) a los ingresos del Gobierno. Los proyectos que se esperan por la reforma energética enfrentarán más desafíos.
Encontrar nuevos mercados para colocar el petróleo mexicano puede dificultarse debido a su composición y ante la revolución energética de Estados Unidos.
En menos de dos meses, la Secretaría de Hacienda ha ajustado en tres dólares su pronóstico para la mezcla mexicana de exportación, al pasarlo de 82 a 79 dólares para el año próximo.
De acuerdo con especialistas, estos son los impactos para México por la caída en los precios del combustible.
Para poder competir en un mercado cada día más saturado por la producción de Estados Unidos y Canadá, el país tendrá que rebajar el precio de la mezcla.
“México tendrá que ajustar el precio había la baja para poder colocarlo. Cada barril que se exporte tendrá que ser más barato y será menor la entrada de divisas”, advirtió el director general de la consultoría GMEC, Gonzalo Monroy.
El director de Desarrollo Económico en Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC), Miguel Toro, señaló que el país debe acelerar su producción petrolera para compensar la caída.
En septiembre, Pemex REGISTRÓ la segunda peor producción mensual en 10 años, con 2.390 millones de barriles por día promedio (bpd).
Las compañías que lleguen a México como resultado de los proyectos que genere la reforma energética tendrán que ser más eficientes en su producción.
“Tendrán que buscar los mejores campos (…) Los proyectos de aguas profundas, sobre todo en el Golfo de México, han bajado mucho a entre 30 a 50 dólares por barril [en costos de extracción]”, comentó Monroy.
La Secretaría de Energía (Sener) adelantó que el Gobierno federal realizará cuatro rondas de licitación anuales hasta 2018 para garantizar el interés de los inversionistas y mantener el ingreso de capitales al país.
Con una caída constante en los precios del petróleo, la rentabilidad de los proyectos puede disminuir o bien retrasar algunas inversiones a la espera de que el precio aumente para que el atractivo de explorar y explotar un yacimiento se recupere, advirtió Miguel Toro.
De esta manera los reguladores tendrían que facilitar el proceso de los contratos. “Lo que conviene es que hay más inversión para restablecer la producción de petróleo”.
Monroy destacó el caso de Brasil, donde los términos fiscales y el control en términos de la propiedad de los campos cambió de forma radical en los gobiernos de Lula Da Silva y Dilma Rouseff, quienes pidieron cifras estratosféricas a las empresas privadas interesadas en participar, algo que solo generó desinterés por el mercado petrolero brasileño.
Goldman Sachs estima que el precio del crudo estadounidense WTI, el de referencia para México, caiga hasta 75 dólares el barril en el primer trimestre de 2015.
La eficiencia energética de Estados Unidos, el principal comprador del petróleo mexicano, generada por las energías no convencionales como el shale gas, obligará a México a diversificar sus mercados, algo que no se avizora fácil debido a la calidad del crudo nacional.
“El petróleo mexicano es pesado y está atado a pocas refinerías. Por ejemplo en China la mayoría de las refinerías no son aptas para el crudo mexicano, hay oportunidad en ese mercado pero en gas natural licuado”, señaló el director general de la consultoría GMEC.
El director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económic, José Luis de la Cruz, comentó que más que pensar en nuevos mercados, la producción de petróleo tendrá que servir para la industria nacional. “Sobre todo porque Estados Unidos va a concentrar las compras. Los mercados ya están muy definidos”.