Oaxaca,México.-La situación de violencia de género que enfrentan las mexicanas es “inaguantable”, pues ellas son agredidas todos los días dentro de sus hogares, por desconocidos, y “lo más alarmante” por elementos del Estado, quienes utilizan la violencia y tortura sexual como una estrategia de control contra ellas, aseguró la Premio Nobel de la Paz 1997, Jody Williams. En su visita a México, la también directora de la Iniciativa de las Mujeres Premio Nobel dio una conferencia de prensa en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), y aseguró que la grave crisis humanitaria por la que atraviesa México tiene un impacto devastador en las mujeres, quienes de manera histórica y sistemática han sido agredidas. Al reconocer el valor de las mexicanas víctimas de tortura sexual por parte del Ejército o la policía y que deciden denunciar “ante un sistema de justicia que culpa a las mujeres de ser agredidas”, Williams se unió a la campaña “Rompiendo el Silencio, Todas juntas contra la tortura sexual” –impulsada por el Centro Prodh– y compartió que ella también fue víctima de este delito en El Salvador, por un miembro de los “escuadrones de la muerte”. Lamentó que en México “las mujeres no sólo tienen que sufrir la tortura sexual, sino que además tienen que probar que no tenían la culpa, que no hicieron nada y que fue un abuso de poder”. A pregunta expresa de Cimacnoticias, la defensora internacional de Derechos Humanos (DH) consideró que “la violencia que enfrentan las mujeres es casi inaguantable”, pues sufren la violencia en sus hogares, “no pueden andar en la calle con tranquilidad porque los hombres actúan como si fueran todos adolescentes, sin capacidad de controlarse, y con el tiempo la situación ha empeorado”. Para la Premio Nobel, México es un país donde las autoridades “siempre quieren poner el dedo en contra de las mujeres violadas o torturadas sexualmente, las culpan de ello y nunca dicen nada sobre la grosería que es un hombre que cree que tiene derecho de violar a la mujer”. Bárbara Italia Méndez, sobreviviente de tortura sexual durante el operativo policiaco de San Salvador Atenco, Estado de México, en 2006, señaló que a las víctimas de este delito por parte del Estado, además de “unirlas el dolor y la fuerza, nos une el común denominador de los casos, que es la impunidad”, pues independientemente del lugar donde ocurran los hechos, la justicia no llega para las mujeres. Aseguró que la tortura sexual es la estrategia que usa el Estado mexicano en contra de las mujeres, pero ellas no deben quedarse calladas, pues “el silencio hace que ese dolor se pudra y que las repercusiones sociales que se tienen magnifiquen esa estrategia de control”. Claudia Medina Tamariz, torturada sexualmente por miembros de la Marina en 2012, aseguró que cuando las autoridades mexicanas detienen a una mujer “no existe la posibilidad de que seas inocente”, ya que de inmediato levantan cargos. Agregó que cualquier mujer que sea detenida será torturada sexualmente. Marusia López Cruz, coordinadora regional de Asociadas por lo Justo (JASS, por sus siglas en inglés), dijo que el clamor internacional que actualmente existe porque se resuelvan y se garantice justicia por los lamentables hechos de Ayotzinapa, Guerrero, y Tlatlaya, Estado de México, debe “extenderse a todas las mujeres que todos los días están sufriendo tortura y violencia sexual”. En la conferencia también estuvieron presentes otras sobrevivientes de tortura sexual, como Belinda Garza Melo, detenida injustamente por elementos de la Policía Federal Preventiva en Torreón, Coahuila, hace siete años, y quien ahora exige “limpiar su nombre”.