Ciudadania Express
Lunes 10 de febrero, 2014. 09:10 am

Arzobispo Chávez Botello evidenciado de encubrir pedofilia en Oaxaca

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Pesro Matía/Proceso Oaxaca, México.- La Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca se fractura. El caso del sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, acusado de pederasta, no sólo escandalizó a la feligresía sino que profundizó la confrontación y división en la Iglesia. [caption id="attachment_147975" align="alignleft" width="300"]José Luis Chavez Botello pidió a felingreses voto para el PRI en su homilia del domigo. José Luis Chavez Botello pidió a felingreses voto para el PRI en su homilia del domigo.[/caption] Un grupo de sacerdotes exigió, a través de una carta, a las autoridades eclesiásticas encabezadas por al arzobispo José Luis Chávez Botello “extirpar de raíz el infame crimen de la pederastia que se dejó incubar en la Iglesia con su silencio cómplice”. En respuesta, la Curia y los vicarios de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca emitieron un comunicado donde afirman que “la Iglesia no avala ni encubre a nadie”, sin embargo, considera que “no se trata de politizar la justicia ni de judicializar la política”. Luego de que un grupo de sacerdotes denunció la existencia de varios casos de abuso de sexual cometidos por un clérigo, el pasado 29 de noviembre fue detenido el sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, en cumplimiento a una orden de aprehensión librada por el Juzgado VII de lo Penal, acusado en el expediente penal 140/2013 por el delito de corrupción de personas menores de 18 años. El vicario general Francisco Reyes Ochoa, el secretario canciller, Lorenzo Fanelli de Liddo;los vicarios episcopales Gregorio Cruz González, Saturnino Hernández, Miguel Pérez Xavier, Aureliano Díaz Jiménez, Pedro Luis Ortiz Luna, Ignacio Cervantes Montes así como el ecónomo diocesano, Alejandro Rodríguez; el apoderado legal, Francisco Wilfrido Mayrén Peláez, el vicario judicial, Zeferino Cruz Joaquín, el vicario de Pastoral, Carlos Franco Pérez, el vicario de Religiosas, Jorge Flores Ulloa y el de Comunicación Diocesana, Guadalupe Barragán, reiteraron que “la Iglesia lleva un proceso interno” al sacerdote acusado de pederasta. En relación con el caso del ministro que enfrenta una denuncia y que actualmente está sujeto a proceso penal, manifestó que “no somos ni seremos una institución que promueva o busque fueros o privilegios. Cada quien tendrá que responder de manera personal por las consecuencias que se deriven de sus actos, específicamente cuando son delictuosos”. Una vez detenido el sacerdote acusado de varios casos de pederastia, consideran que “es preciso dar la cara, con nuestros obispos a la cabeza, los presbíteros que tomaron distancia por propia decisión e incluso los que nos juzgaron y sentenciaron como calumniadores y enemigos del arzobispo y de la Iglesia (por haber denunciado los abusos sexuales cometidos por el cura Gerardo Silvestre Hernández)”.
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