Ciudadania Express
Martes 10 de junio, 2014. 01:55 pm

Asegura especialista que manifestaciones por el mundial de Brasil serán controladas

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Oaxaca, México.- En este Mundial, algunos latinoamericanos esperan que Brasil se lleve la Copa, aunque para muchos grupos locales la atención generada por este evento sirve de escaparate para expresar inconformidades; lo más probable es que esta situación no se prolongue y estas manifestaciones sean controladas antes y mientras se desarrollan los partidos, consideró Adalberto Santana, director del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM.

mundialbrasil2014La justa deportiva será un acontecimiento que llamará la atención del orbe, aunque para el gigante sudamericano resulta un escenario de primer orden, sustentado en que el futbol, como espectáculo, acapara los medios de comunicación, en especial la televisión, pues para ella es uno de sus atractivos más importantes.

Además, distintas entidades patrocinadoras y beneficiarias se involucran a profundidad con este evento, como las dedicadas al transporte, bebidas gaseosas o etílicas, ropa deportiva y compañías de seguros. Esto es regulado por la Federación Internacional del Futbol (FIFA), “el árbitro financiero de este acontecimiento económico que incluye las transmisiones y los productos ofertados”, comentó.

Potencia emergente

Al referirse a la nación organizadora, el especialista apuntó que es una potencia emergente que pertenece al conjunto conocido como BRICS (formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que en días posteriores al Mundial sostendrá una reunión en la ciudad de Fortaleza.

“Se trata de la economía más fuerte de América Latina con una geoestrategia espacial, única en la región. Además, es la nación más poblada de esa parte del continente, con cerca de 190 millones de habitantes.

En el imaginario popular, Brasil debe triunfar, como anticipan algunos países del continente. A nivel político, esto representa la identidad latinoamericana llevada a un nivel de deporte-espectáculo.

[caption id="attachment_227626" align="alignright" width="183"]Adalberto Santana, director del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la UNAM. Adalberto Santana, director del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la UNAM.[/caption]

“En el marco del último concepto, el futbol es un escaparate para manifestaciones de carácter social, como las realizadas por los indígenas que piden la demarcación de sus reservas. De esta manera, el escenario balompédico sirve para una serie de protestas sociales relacionadas con la realidad brasileña y, con frecuencia, con aspectos más locales que nacionales”.

En algunos lugares donde se desarrollarán los partidos no gobierna el Partido de los Trabajadores —el de la presidenta Dilma Rousseff— “y las manifestaciones se dirigen contra autoridades locales y de derecha. En éstas, los sectores populares son los que se hacen más presentes. Un ejemplo de las ambigüedades referidas y de la polarización de la sociedad es el estadio Maracaná, que por un lado tiene a la favela de Mangueira y, por el otro, a la Universidad Estatal de Río de Janeiro”.

Más que conflictos nacionales, se trata de desacuerdos locales, pues existe un consenso de apoyo a la presidenta, impugnada por los gobiernos estatales contrarios, explicó.

Los movimientos registrados son llevados a cabo, principalmente, por los Trabajadores sin Tierra y el Comité Popular de Brasilia, y buscan incidir en la opinión pública para generar un efecto. Algunas pueden tener un sustento real, como el alza del transporte en São Paulo, Río de Janeiro o Pernambuco.

“Hay intereses que tratan de desestabilizar a Brasil como potencia emergente y líder indiscutible de América Latina. Se trata de un país con política exterior activa que ha sabido impactar en muchos procesos de pacificación —como hizo con Honduras y Paraguay— y dar apoyo solidario, como pasó con Haití, después del temblor”.

De resultar favorable este evento deportivo, se fortalecerá la imagen de la presidenta Rousseff, del Partido de los Trabajadores e incluso del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, agregó.

“El Mundial es una confrontación político-ideológica en el escenario global, pues el futbol representa una pugna simbólica que no llega a desatar guerras. Se trata de un acontecimiento histórico importante por su magnitud económica, cultural, deportiva y expresiones políticas y sociales”, concluyó.

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