Oaxaca, México.- Inspirados por el contacto que brinda la naturaleza del Jardín Etnobotánico, se presentó el pasado fin de semana la pieza Woven (Tejido), un performance que combinó la danza y el teatro con la esperanza acumulada en las historias de tejedoras de Oaxaca, que mantienen la tradición en la elaboración de textiles. Así, esta propuesta fascinó a un público que entabló un diálogo artístico con el mundo natural.
La pieza fue presentada por la bailarina oaxaqueña Marina Acevedo y el artista Peter Chin, quienes dieron un avance del proceso creativo, resultado de una residencia en el Museo Textil de Oaxaca (MTO). El maestro Chin, integrante de la Compañía Interdisciplinaria de Danza Tribal Crackling Wind, explicó que Woven se estrenará en Toronto el año próximo. Para su creación se contó con la colaboración del Jardín Etnobotánico y el MTO, a través de un trabajo intenso, breve y sustancioso.
“Este es el principio de una pieza que se ha creado en Oaxaca para la bailarina Marina Acevedo, la cual encontrará su camino final hacia la obra completa de Woven, y esta obra es una improvisación que nace de la encarnación de las experiencias que hemos tenido aquí, una interpretación literal de los movimientos de las tejedoras”, dijo Peter Chin.
Agregó que el trabajo artístico de Woven es parte de una transmisión de sus vivencias en Oaxaca, las cuales interiorizaron: “Nos hemos centrado en los textiles tradicionales, en la naturaleza y, al mismo tiempo, reflexionamos sobre la interconexión de todas las cosas y el desgarramiento de nuestra totalidad del uno con el otro, la biosfera y el mundo invisible”.
El canto de las aves, el espejo de agua y las especies naturales se fusionaron con las percusiones y los movimientos que dieron cuenta de la propuesta que encierra Woven, el diálogo de Peter con el espacio dio principio al performance.
“Estas son algunas de las cosas que recuerdo, la historia que en el MTO se nos contó sobre una de las piezas tejidas que venían de una época y lugar, donde las mujeres se vieron obligadas a llevar sus tejidos a la plaza del pueblo, y a estos símbolos de su identidad y orgullo les prendieron fuego”.
Con movimientos suaves y tomando con intensidad al espacio natural el bailarín dijo: “Historias de esperanza acerca de jóvenes tejedores que, a pesar de las adversidades, ellos han tomado la decisión de seguir esta tradición, han sobresalido en ella y se sienten orgullosos de ella, historias sobre la continuación del tejido y el teñido tradicional que aún mantienen diálogos con el mundo natural”.
El sonido de unas tímidas campanillas se combinaron con el golpeteo de de tambores, la quietud y magia del atardecer recreó con soltura cada movimiento, y en su diálogo, Peter Chin susurró: “Un hermoso huipil de colores vivos que tiene una forma de rombo en la sección del pecho, que simboliza la puerta que resguarda el alma de la mujer que viste el huipil”.
El fragmento de Woven mostrado en Oaxaca posteriormente se integrará a la presentación de la obra completa en Canadá. Y es resultado de una investigación que se ha llevado a cabo en comunidades que se dedican tradicionalmente al tejido. La presentación del resultado final de Woven se llevará a cabo en Partnership con un simposio o una exposición, a estrenarse en septiembre de 2015.