Oaxaca, México.-La Presidencia de la República recibirá entre hoy y mañana el nuevo avión presidencial TP-01, modelo Boeing Dreamliner 787, cuyo equipamiento interior ya fue terminado en Dallas, Texas.
Fuentes de la compañía que terminó de equipar el avión presidencial con la tecnología de seguridad más innovadora del mercado, así como modificaciones en espacios entre asientos, cocina y baños, aseguraron a Excélsior que se tiene programado que sea este jueves o a más tardar el viernes por la mañana cuando el Dreamliner llegue a la Ciudad de México para ser entregado al Estado Mayor Presidencial.
Como adelantó este diario el pasado 24 de julio de 2012, el nuevo TP-01, comprado por la administración de Felipe Calderón por 139 millones de dólares a la empresa estadunidense Boeing, sería entregado en el segundo semestre de este año, fecha que se concretará entre hoy y mañana.
Fuentes de Boeing confirmaron que el avión está listo para volar a México, y aunque aún se esperan pagos, aseguraron que eso no origina ningún problema para que la fecha de entrega se cumpla según el contrato de compra-venta.
El precio de lista del actual 787 es de más de 200 millones de dólares, pero el gobierno mexicano obtuvo un descuento de 70 millones de dólares
Aunque por razones de confidencialidad no se dio a conocer el monto gastado por el gobierno mexicano en hacer modificaciones de espacios y equipamiento de seguridad, Excélsior publicó el 16 de octubre de 2012 que se destinarían alrededor de 100 millones de dólares más a este rubro
De ser este gasto correcto, el nuevo TP-01 tendría un costo total de 290 millones de dólares.
Ideal para viajes largos
El Dreamliner 787 es a la fecha el avión más ahorrador de combustible, con alrededor de 192 mil litros de turbosina para volar hasta 15 mil 700 kilómetros, es decir, vuelos transatlánticos; además aumenta considerablemente el número de pasajeros respecto del modelo actual, el Boeing 757-225 que lleva hasta 60 pasajeros, que permitirá llevar alrededor de 280 pasajeros por viaje.
Esta aeronave podría volar de México a Tokio sin escalas, tema que ningún otro TP-01 había logrado hasta la fecha.
De hecho, el presidente Enrique Peña Nieto podría usar la nave en noviembre próximo, pues tiene programadas giras a China y Australia.
El precio de lista del actual 787 es de más de 200 millones de dólares, pero el gobierno mexicano obtuvo un descuento de 70 millones de dólares, pues el próximo avión presidencial se compró bajo un acuerdo de que Aeroméxico cerrará la compra de 100 aviones a Boeing, 90 737-8 MAX y 10 Dreamliners.
Además, dentro de este paquete de compra se incluyó la capacitación de pilotos de la Defensa Nacional que mantendrán el control del nuevo TP-01, de mecánicos e ingenieros, así como el abastecimiento de refacciones por parte de Aeroméxico, que vuela desde hace casi un año Dreamliners comerciales.
La compra, a largo plazo
Según el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2015, la Sedena detalla que de 2013 a 2014 se han invertido 316 millones 99 mil 420 pesos, de los seis mil 769 millones 996 mil 885 pesos (520 millones de dólares) que en total costará el Boeing 787, sumando gastos de operación, mantenimiento y arrendamiento.
El gobierno federal ha invertido hasta el momento 316 millones 99,420 pesos en la compra del nuevo avión presidencial, 4.6% del costo total que será pagado en 15 años.
Para el ejercicio fiscal 2015, la Sedena pidió a la Cámara de Diputados recursos por 455 millones 996 mil 17 pesos para continuar con la amortización de la compra de la aeronave.
Se prevé que para 2016 y 2017 se soliciten 501 millones 518 mil 456 pesos de forma consecutiva para el arrendamiento.
A partir de 2018 en adelante, cada año se deberá destinar una partida hasta completar los cuatro mil 994 millones 864 mil 538 pesos restantes.