Oaxaca, México.- José Revueltas (Santiago Papasquiaro, Durango, 20 de noviembre de 1914 – Ciudad de México, 14 de abril de 1976) es una de las voces fundamentales de la literatura mexicana del siglo XX, por la riqueza de su estilo, la fuerza de su temática, la originalidad en la creación de sus personajes, el interés que logra mantener a lo largo de la lectura de sus obras, pero sobre todo, afirmó el poeta Hugo Gutiérrez Vega, por su posición política, su coherencia y su honradez a prueba de todo.
El presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, ha señalado que José Revueltas es un autor clave para la literatura en nuestra lengua, uno de los intelectuales que mayor influencia ejerció en el siglo pasado, un hombre comprometido con su tiempo, de pensamiento agudo y honesto en sus convicciones.
“Revueltas entendió su tiempo, vivió a México con gran pasión, leyó la literatura de otros ámbitos, asimiló las ideas y se volcó como pocos a hacer libros, a contar historias que tenían raíces profundas en nuestra realidad”, por lo que sus novelas, como Los muros de agua y El Apando, destacó, son lecturas fundamentales para comprender nuestra literatura.
De acuerdo con el ensayista y crítico literario Christopher Domínguez Michael, se trata de uno de los grandes novelistas de la historia literaria del país: “su primera novela importante, Los días terrenales de 1949, provocó un escándalo internacional y a fines de los años sesenta, toda la generación del 68, lo veía no sólo como un referente moral por su participación política en el Movimiento Estudiantil, sino se publica su obra literaria completa, siempre ha sido uno de los grandes maestros de la literatura".
El periodista, crítico, conductor de televisión y especialista en literatura Javier Aranda destacó que Revueltas es, ante todo, un “gran escritor, un gran narrador, tiene un estilo como pocos, que recibió por ejemplo, el elogio de Julio Cortázar que era muy estricto a la hora de la calidad literaria y nos hemos quedado con la imagen del militante de izquierda, coherente, comprometido, que lo fue, pero lo más importante de Revueltas es precisamente su literatura, sus novelas, sus cuentos, sus ensayos”.
Entre la literatura y el activismo
Rebelde y crítico, la vida de José Revueltas estuvo marcada por las letras y el activismo político que incluso lo llevó a ser encarcelado dos veces en las Islas Marías y una más en Lecumberri, tras el Movimiento Estudiantil de 1968.
José Carreño Carlón, director del Fondo de Cultura Económica, ha dicho que Revueltas era “un ser humano lleno de afecto y de amor por la gente. Comprometido con la literatura, hoy valorado como uno de los grandes narradores mexicanos del siglo, que fue un hombre de compromiso también con las causas políticas y sociales a las que entregó su vida, siempre concentrado en la exploración intelectual, en el análisis político-filosófico más refinado”.
Miembro de una familia de destacados artistas, pues su hermano Silvestre fue un importante compositor y Fermín un prolífico pintor, José Revueltas se formó de manera autodidacta, tras abandonar los estudios en secundaria.
Esto, no le impidió desarrollar una obra literaria de gran calidad que incluye novela, cuento, teatro, guión cinematográfico, trabajos periodísticos y ensayos, todos de una congruencia ejemplar. Carreño Carlón expresó que José Revueltas “vivió y murió pobre en el aspecto material, pero nos dejó un riquísimo legado literario y ético. Uno de los hombres más puros de México, lo llamó Octavio Paz, uno de los mayores escritores de mi generación, dijo también de Revueltas nuestro Premio Nobel”.
De hecho, apuntó el poeta Hugo Gutiérrez Vega “desde sus primeros trabajos, la novela Los muros de agua, que es la reseña de un viaje y una estancia en las Islas Marías, la fuerza de la narrativa de Revueltas era ya incontrastable, se vuelve definitiva en El luto humano, en Los días terrenales, pero sobre todo en El luto humano, la más cuajada, la más ordenada y la más bien organizada de sus novelas”.
Sus cuentos, apuntó, también son importantes, con textos bien construidos “con gran capacidad de condensación; escribió teatro, con regular suerte, y escribió sobre todo ensayo, una gran cantidad de ensayos sobre la situación de México, sobre el Partido Comunista y sus avatares, sobre el papel de la izquierda”.
Por ello, aseguró que los jóvenes y todos aquellos que se acerquen a Revueltas encontrarán en sus ensayos de carácter político o sociológico, pero sobre todo en las novelas y los cuentos, una “voz de una total originalidad y venciendo las dificultades de lectura, que las hay, llegar a gozar realmente el mundo novelístico de Revueltas”.
Fue una personalidad tan recta y honesta, con un actuar siempre coherente y generoso, que lo llevó a unirse en el 68 al Movimiento Estudiantil, a tener dificultades con el Partido Comunista, en una época que, cuenta Gutiérrez Vega, tenía más expulsados que miembros, a fundar la Liga Espartaco con jóvenes intelectuales muy valiosos, después se puso a reflexionar sobre los problemas de la izquierda, todo esto haría que “en este momento, sin duda, Pepe Revueltas estaría viviendo en Ayotzinapa”.
Pionero de la novela moderna en México
Para el también escritor Evodio Escalante, la importancia de Revueltas en las letras mexicanas es fundamental ya que fue el que introdujo la novela moderna en México, “una novela donde hay un cierto elemento de fragmentariedad, ya no es la novela decimonónica donde hay un principio y un final y todo va escalonadamente avanzando, sino que es una novela donde la narración se interrumpe y donde más bien son fragmentos de narración, que van haciendo una unidad, pero esa unidad no es tan visible de primera intención”.
Además de esta forma fragmentaria de escritura, dijo, “introduce un lenguaje de una enorme densidad, eficaz para crear atmósferas narrativas y también es el primero en México que penetra en la profundidad psicológica de sus personajes, como si estuviera al tanto de los descubrimientos de Sigmund Freud”.
Estos tres elementos, la estructura narrativa fragmentaria, el lenguaje literario y la profundidad psicológica, convierten a Revueltas “en un señor que nos propone un nuevo tipo de novela que va a explicar todo lo que viene después, por poner un ejemplo, sin duda el admirable Juan Rulfo leyó a Revueltas”.
Evodio Escalante consideró que el antecedente de El llano en llamas de Rulfo, es el libro de cuentos Dios en la tierra de Revueltas, “e igualmente el antecedente para llegar a esa obra admirable que es Pedro Páramo, es El luto humano, ahí no me cabe la menor duda, comparten una misma concepción de la novela, hay también una atmósfera muy parecida de un país de muertos, o de ánimas en vida, sin duda yo podría jurar que Rulfo leyó a Revueltas, Revueltas es una gente que impulsa la nueva novela mexicana del siglo XX”.
Sin embargo, Evodio Escalante reconoció que Revueltas fue un poco desdeñado, porque desde los años cuarenta se le reprochaba que era descuidado para escribir y que no cuidaba el estilo, lo cual era un poco injusto, toda vez que Revueltas era un verdadero maestro del lenguaje.
A diferencia de la gente de academia que quiere alcanzar la inmortalidad en las letras, preocupada por escribir bien según los modelos establecidos, Revueltas decía que a él no le interesaba escribir bien, sino expresarse bien, “y en ese sentido es un escritor que se expresa bien, aunque de pronto parezca descuidado, es la forma que él tiene de ir creando una atmósfera narrativa, un temple anímico que se transmite al lector”.
Se quiera o no, tenga muchos o pocos lectores, Revueltas ya está en la historia de la literatura, aunque, refirió Evodio Escalante, no es un autor fácil ni complaciente pero “es un autor que refleja toda una época histórica marcada por el conflicto y he llegado a la conclusión que Revueltas es un escritor para tiempos difíciles y lo digo pensando en la actual situación que está viviendo el país, pienso que esta situación de inconformidad, de enorme amargura por las cosas que suceden, propondría que las nuevas generaciones se acerquen a este escritor, que está resonando con esta problemática o con esta temática”.
Acercarse a la obra de Revueltas, dijo, puede hacerse desde diferentes frentes: por sus cuentos y sus novelas: El Apando es una obra maestra absoluta, su libro de madurez, escrito en Lecumberri, mientras que El luto humano, su segunda novela fue Premio Nacional de Novela.
Pero también escribió más de 20 guiones de cine, tuvo una labor como dramaturgo y hasta en periodismo pues hizo nota roja, “también practicó la crítica literaria, no de forma muy abundante pero hay textos y todavía más, de crítica de arte, sus textos sobre Manuel Álvarez Bravo, Siqueiros, Diego Rivera, José Clemente Orozco, realmente es un personaje muy complejo, no lo podemos resumir en una sola frase, incluso su aspecto como filósofo, que es quizá, el menos reconocido hasta el momento”.
Más allá de Marx, Engels o Lenin, Revueltas fue, según Evodio Escalante, el filósofo de cabecera de Hegel pues “el pensamiento de Revueltas se está alimentando de lecturas filosóficas hegelianas, claro Hegel es un autor difícil y eso también hace que este aspecto de la producción de Revueltas sea ardua, no es fácil entenderlo, entrar en la teoría de la enajenación de la conciencia, todo este problema de la mercancía del valor, es un pensador complicado”.
Por su parte, Christopher Domínguez Michael recordó que Revueltas escribió de “todos los temas que el cristianismo no había podido desarrollar en la novela mexicana, Revueltas los dramatizó a través de la religión del siglo XX, que fue el comunismo, de la cual Revueltas fue un hereje”.
La obra de Revueltas, añadió, aborda no sólo problemas actuales, sino eternos, como la soledad del hombre y la explotación de la conciencia dividida entre el ser y la sociedad, a pesar de lo cual, no ha sido posible hacer que se le lea fuera de México, pues sus traducciones no han tenido gran éxito.
A diferencia de Juan Rulfo, que es muy mexicano y se lee en todos lados, “no sabemos por qué Revueltas nunca ha viajado como se dice, no tiene éxito fuera de su país de origen”, sin embargo, exhortó a las nuevas generaciones a que lo disfruten o lo rechacen, pero que lo lean.
José Revueltas, un solista en el plano de las letras
A 100 años de su nacimiento, Javier Aranda Luna aseguró que es una buena oportunidad para leer o releer novelas fundamentales como El apando, Los muros de Agua o Los errores, “porque nos permiten tener trato con un escritor de primera línea, no son tan comunes los grandes escritores, todos sabemos que en las generaciones literarias siempre hay las voces cantantes que llevan la batuta y también hay un coro que acompaña, en el caso de Revueltas lo hemos visto como parte de un coro y él es una voz inconfundible, es un solista, digamos en el plano de las letras, que nos puede enseñar y llevar a mundos que no habíamos vislumbrado”.
Y es que, el periodista en temas culturales, indicó que Revueltas fue un visionario, como los grandes novelistas que siempre nos anticipan hechos. Así, uno al leer El Apando, por ejemplo, “se puede dar cuenta de muchas cosas de México que están ocurriendo ahora, que él vislumbró desde hace bastantes años en esta novela y en las otras: cómo se manejan políticamente las cosas en la provincia, en muchas zonas bastante precarias y cómo la droga empieza a permear también la vida social”.
Esto lo logró porque tenía una gran sensibilidad, era un personaje muy atento a todo lo que ocurría y tenía una visión de artista de primera línea, con la capacidad de sintetizar la información de su entorno, fijarla y transmitirla, en ficción o crónica cotidiana.
En este sentido, dijo Aranda Luna, hay que recuperar las crónicas policiacas que escribió en El Popular de Vicente Lombardo Toledano, “que son trabajos de gran calidad y que nos muestran ese México de otra manera, desde la perspectiva de un gran escritor con mucha sensibilidad”.
Por ello, en el marco del Centenario de su Natalicio, a Revueltas hay que leerlo como es: “como un gran escritor, incluso hay que olvidarse de los contextos que tenemos muy cercanos, porque uno de sus grandes temas era la sociedad mexicana, las izquierdas, el uso y el abuso del poder, pero habría que verlo sólo como lo que es, un gran narrador, para ver lo que vio Julio Cortázar en él, uno de los grandes escritores hispanoamericanos, decía Cortázar que, desgraciadamente, no se le había incluido en el famoso boom latinoamericano, siendo un escritor con tantos méritos”.
Este 20 de noviembre, en que se cumplen 100 años del nacimiento de José Revueltas, han sido organizadas una serie de actividades conmemorativas a realizarse en sitios emblemáticos como las Islas Marías, la antigua cárcel de Lecumberri, hoy Archivo General de la Nación y el Centro Cultural Tlatelolco, a un costado de la Plaza de las Tres Culturas.
Está programada la develación de una placa conmemorativa en las Islas Marías, en un evento donde se escenificará su obra de teatro El cuadrante de la soledad y se realizarán lecturas de su obra, mientras que en el Centro Cultural Tlatelolco, se inaugurará la exposición Los escritores y el 68.
El mismo jueves 20, a las 17:00 horas, en el Aula Magna del Centro Nacional de las Artes, escritores e intelectuales comentarán la importancia cultural y social de la vida y obra de José Revueltas. La primera mesa se intitula Los días terrenales, con la participación de Jaime Labastida, Eduardo Lizalde, Álvaro Ruiz Abreu, José Luis Musi, Gerardo Estrada, José Carreño y Javier Aranda; mientras que en la segunda mesa, La palabra sagrada, que tendrá lugar a las 19:00 horas, estarán Carmen Galindo, Rosa Beltrán, Edith Negrín, Vicente Quirarte, Eduardo Antonio Parra y Evodio Escalante.
El Fondo de Cultura Económica publicará una edición conmemorativa de Los Errores, la sexta novela de Revueltas, en dos volúmenes, además la Iconografía de José Revueltas que está a cargo de José Manuel Mateo; la antología El paraíso del mal, compilada por Mario González Suárez, así como una edición de su producción poética.