Oaxaca, México.-Cada que un vehículo se frena para cruzar un tope o un bache debe volver a acelerar, lo que aumenta las emisiones contaminantes liberadas por el escape hasta en nueve veces.
Esa sola acción daña directamente la salud de las personas situadas cerca, concluyó una investigación del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
“Como parte de la metodología del estudio, (se usó) un aparato que mide concentración de contaminación por partículas menores de 10 micrómetros, portado por una estudiante, al lado de topes.
“En la Avenida Delfín Madrigal registró que al salir del tope y acelerar nuevamente, en un vehículo Diesel de nueva generación, un caso optimista, aumentaron las emisiones 900 por ciento”, expuso el investigador de la UNAM, Aron Jazcilevich.
Sin el tope, añadió, el vehículo hubiera seguido una trayectoria y un nivel de emisiones constantes, pero al detenerse y reemprender la marcha, disparó emisiones y agregó consumo de combustible, aproximadamente 10 mililitros adicionales.
Al transitar sobre una ruta con una sucesión de interrupciones viales, como en el Eje 10 Sur, de División del Norte a Copilco, se estima que los automóviles que circularon por esa vialidad gastaron hasta 2 millones de pesos más en combustible al año.
Al presentar la investigación patrocinada por el Gobierno del DF, el Secretario de Ciencias, René Drucker, expuso que pueden tomarse determinaciones para reducir hasta 30 mil topes que, estimó, existen sólo en las delegaciones centrales.
“Es información basada en datos científicos para que se puedan tomar algunas decisiones por parte del Gobierno en diferentes aspectos que sufre la sociedad, la contaminación es un problema que todos sufrimos y los topes contribuyen de manera importante”, apuntó Drucker.
La investigadora del INER, Patricia Segura, expuso que la contaminación atmosférica es un problema de salud pública que afecta más a niños y adultos mayores.
Sin embargo, alertó que en casos de repunte de partículas finas, éstas causan asma y detonan episodios críticos del padecimiento.
“Las partículas tienen componentes que generan alergias y los topes están afuera de los kínderes, de los hospitales y si las emisiones vienen directo del escape, las personas están más expuestas a este material”, subrayó Segura.
Los especialistas indicaron que debe revisarse en cada vialidad, sobre todo en las utilizadas por camiones, autobuses y micros del transporte de carga y pasaje, la presencia de topes para reemplazarlos por semáforos inteligentes o por reductores de velocidad bien diseñados.
Detonadores de contaminantes
Los topes y los baches obligan a los automovilistas a frenar y luego acelerar.
9 veces aumentan las emisiones de un auto.
30 mil topes se estima que hay en delegaciones centrales.
2 millones de pesos se estima que es el consumo energético en un año por auto.
900 por ciento más de partículas contaminantes respiran quienes trabajan cerca de topes.