Durante la conferencia, Martínez Neri indicó que el primer tiraje contará de diez mil ejemplares para repartirse en las zonas donde se habla el zapoteco. Grañén Porrúa, presidenta de la FAHHO explicó que la idea de este proyecto nació después de que Juan Pascoe descubrió una publicación oaxaqueña de las fábulas de Esopo que data de 1849 y que fue impresa por Ignacio Rincón. El prólogo indica que el libro fue elaborado para los alumnos de la cátedra de latinidad en el colegio seminario. Es decir, fue hecho para que los seminaristas aprendieran latín, por lo que dicho texto es bilingüe. Gracias a este descubrimiento el Toeldo se entusiasmó, incluso el año pasado inauguró la exposición “Fábulas de Esopo” que incluye grabados inspirados en las fábulas que el artista recolectó en las bibliotecas del estado. También pensó en traducirlas a lenguas indígenas para crear materiales didácticos con los cuales los niños pudieran practicar. Para llevar a cabo esta idea, el pintor pidió el apoyo de Michael Swanton, director de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova y de su hija, Natalia Toledo, quien coordina el “Camino de la iguana”, taller que promueve el uso del zapoteco en la región del Istmo. Ella en conjunto con Víctor Cata (Istmo), Juanita Vásquez (Yalalag), Janet Chávez (Teotitlán del Valle), y Pergentino José Ruíz (Loxicha) fueron los encargados de elaborar los textos según la variante que hablan. En entrevista, Lourdes Báez Meza, directora del Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) mencionó que lo libros aún no están terminados, se espera que estén listos pronto para entregarlos a las comunidades. Aún no se sabe si todos estarán ilustrados con los grabados de Toledo o se elaborará una edición especial que los contenga.