Oaxaca, México.- El esplendor sonoro del órgano histórico del templo de Santa María de la Asunción Tlacolula, emanará este domingo 12 de octubre, a través del aclamado concierto de música regional oaxaqueña. Así, en punto de las 17:00 horas, será ofrecido este recital en honor a la venerada imagen católica del ‘Señor de Tlacolula’, en el marco de su festividad.
Sones y jarabes de las ocho regiones de Oaxaca llenarán de alegría la fiesta, que aclama a uno de los cristos más venerados en los Valles Centrales. Organizado por el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca A.C. (IOHIO), este concierto será encabezado por los maestros Cecilia Winter, órgano; y Valentín Hernández, percusiones.
De entrada libre, el concierto de este domingo incluye en su programa, piezas emblemáticas como: la ‘Marcha Gira Triunfal’ de Cipriano Pérez Serna, la encantadora pieza ‘Llévame Oaxaqueña’ de Samuel Mondragón, el fiestero ‘Jarabe del Valle’ y registros de la ‘Danza de la Pluma’, entre muchas otras ejecuciones.
Desde lo alto del coro del templo deSanta María de la Asunción Tlacolula, también se soltaràn las notas de la ‘Canción Mixteca’ de José López Alavez, el ‘Jarabe Mixteco’y el solemne ‘Himno al Rey Condoy’; sin faltar el movimiento que marca el ‘Jarabe Mixe’ de Rito Marcelino Roviroso.
De la región de la Cañada, el viaje recorre también la Costa, el Istmo y el Alto Papaloapan. La tarde musical no puede terminar sin la interpretación de ‘Mi Linda Oaxaca’ de Jacobo Kendis; y el himno de los oaxaqueños: ‘Dios Nunca Muere’ de Macedonio Alcalá.
Propios y extraños están invitados a este concierto en uno de los órganos históricos más bellos de México y cuya manufactura corresponde al siglo XVIII. Su delicada factura y su expresión individualizada dan continuidad a la tradición barroca y contrastan drásticamente con la feroz expresión de los mascarones típicos de finales del siglo XVII y principios del XVIII que podemos encontrar tanto en órganos mexicanos como europeos.
Se sabe que la caja de este órgano fechada en 1791, posee un patrón decorativo anacrónico, ya que se hizo bajo el estilo barroco, cuando dicho estilo prácticamente se había extinguido. Para ese tiempo, la decoración de las cajas de los órganos se dejaba en un tono natural o se pintaba en un solo color, siguiendo los cánones establecidos por el estilo Neoclásico.