Oaxaca, México.- Amigos, familiares y admiradores del novelista, cuentista, ensayista, traductor y poeta José Emilio Pacheco, se reunieron ayer en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, para celebrar los 75 años de su natalicio, en un homenaje nacional lleno de recuerdos, anécdotas, música y poesía. César Moheno, secretario técnico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), indicó que José Emilio Pacheco “es un hombre universal, reflejó mejor que nadie la gran curiosidad del hombre del renacimiento trasplantado a nuestro siglo, de ahí el gran privilegio para nuestras generaciones de haber podido compartir el tiempo con una figura como la de Pacheco. Su gran curiosidad es una enseñanza mayor para todos los habitantes de nuestra ciudad”. Asimismo, señaló que para el INAH el escritor fue fundamental desde la segunda mitad de los años setenta. “Pacheco, a iniciativa de Enrique Florescano, fue uno de los fundadores del Seminario de Historia de Cultura Nacional, y junto con José Joaquín Blanco reunieron una pléyade de pensadores que colocaron al INAH como pionero en la reflexión de lo que significa la cultura nacional para nuestra historia. “Al mismo tiempo, el impulso que le dio José Emilio Pacheco al trabajo y a la reflexión sobre la cultura mexicana le permitió al INAH, de una manera plena, poder consolidar su labor como la institución del Estado mexicano que tiene entre sus principales objetivos el conocimiento sobre la cultura nacional”, subrayó. El secretario técnico, quien asistió en representación de Teresa Franco, directora general del INAH, al homenaje nacional que se rindió a José Emilio Pacheco con motivo del 75 aniversario de su nacimiento, organizado por el INAH, la Universidad Nacional Autónoma de México, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, El Colegio Nacional, El Colegio de México, el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Autónoma Metropolitana, destacó “celebramos los 75 años de su vida, queda claro que uno de los rasgos más importantes de José Emilio fue su inmensa generosidad para los hombres y mujeres de su tiempo, es una de las grandes lecciones que en el INAH queremos honrar".

Por su parte, el escritor y crítico literario peruano Julio Ortega recordó que conoció a Pacheco en el verano de 1969, cuando llegó a nuestro país y le mostró el corazón de México. “Me llevó a Nezahualcóyotl, donde la modernidad se adelantaba y antes de crear edificios creaban ruinas”. Pacheco tenía una visión apocalíptica de la vida. Asimismo, dijo que el poeta fue un fanático de las cartas y de los correos electrónicos. “Era la persona más cortés que he conocido, siempre pedía excusas por adelantado”, incluso recordó que cuando le había propuesto editar un libro, José Emilio lo aceptó, pero quería que lo firmaran los dos, pues era muy generoso, además, subrayó, de que en esa época no se hablaba de dinero y literatura en una misma conversación. En el homenaje al poeta, participaron los escritores Darío Jaramillo, Julio Ortega, Elena Poniatowska, Hugo Verani, Rafael Olea Franco y el periodista José Luis Martínez. En tanto que Eduardo Lizalde hizo presente la poesía de Pacheco con su lectura, y Carlos Prieto interpretó Suite en Do Mayor para violonchelo solo. En la Sala Covarrubias estuvo presente su viuda Cristina Pacheco, amigos y autoridades del ámbito cultural.