Oaxaca, México.-Las izquierdas no son iguales, son muy heterogéneas; la izquierda en América Latina ya ha dejado un sello, sostuvo el investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Mario Torrico.
En entrevista para Aristegui CNN, señaló que específicamente en el caso de los gobiernos de Brasil y Uruguay, han sido izquierdas con buen desempeño fiscal, buena inclusión social.
Apuntó que en general han sido buenas izquierdas en manejo de gobierno; han impreso un sello que va a quedar por buen tiempo; son izquierdas que no están cortadas por el mismo cuchillo, como la derecha en los años noventa, que eran gobiernos neoliberales.
No obstante, el tema pendiente es el generacional, el desafío que van a enfrentar las izquierdas, quién se va a quedar, si habrá nuevas figuras; es un problema que ocurre mucho en los presidencialismos, indicó.
Quienes están ahora al frente del gobierno son líderes muy importantes que logran mucha cohesión en sus partidos, enfatizó.
Sin embargo, México es un caso distinto, pues tiene una democratización tardía. Precisó que la izquierda más exitosa tiene una agenda estatista.
Sobre el proceso electoral de Brasil, mencionó fue muy sui géneris, porque inicialmente la elección de Dilma Rousseff estaba por descontada hace varios meses pero un accidente aéreo en el que muere uno de los candidatos presidenciales le imprime un giro inesperado al proceso electoral; esto impactó, las encuestas mostraron que inmediatamente sube como la espuma la candidata Marina Silva, que antes pertenecía al Partido del Trabajo y en un momento estuvo en primer lugar en las encuestas, pero así como subió luego bajó muy dramáticamente, perdiendo la posibilidad de ir a la segunda vuelta electoral, podemos decir que las aguas volvieron a su cauce.
En cuanto a Uruguay, la sorpresa fue que el candidato Tabaré Vázquez, quien sacó más votos de lo que las encuestas preveían, pues le habían dado una techo de 42 por ciento máximo y saco 47.5 y su contendiente principal sacó menos votos de lo esperado, explicó Torrico.
Agregó que esta votación no le alcanzó a Tabaré Vázquez para ganar en primera vuelta pero le alcanza al Frente Amplio para tener mayoría en diputados y senadores. Anticipó una nueva gestión del Frente Amplio bajo el mando de Tabaré Vázquez que estuvo en el gobierno de José Mujica.
Por su parte, la también integrante de Flacso, Cristina Gómez, desde Brasil afirmó que lo que se vivió en fue una polarización muy fuerte, como nunca se había vivido antes: Dilma respondiendo a las demandas de los movimientos pero ya con la elecciones las cosas quedaron claras, ya con la salida de Marina Silva que venía presentándose como tercera vía, de hecho ella apoyó al candidato de la derecha, las cosas se fueron clareando, de qué lado estaba el candidato anterior y esta polarización se dio y se concretó; finalmente como resultado de estas elecciones la fragmentación del Congreso es un hecho.
Agregó que Dilma tiene el reto de unir su base de apoyo para poder gobernar. Y mencionó que a pesar de que parece poco el porcentaje de votos de diferencia, representa 3.5 millones de personas; de hecho Dilma tuvo 54.5 millones de votos mientras que al oposición tuvo 51 millones.