Oaxaca, México-En la última década en México, mientras aumentan “en edad” los jóvenes que no trabajan ni estudian, disminuye su nivel de estudios; el porcentaje de mexicanos entre 15 y 29 años sin empleo o sin escuela se ha mantenido por arriba del 20% durante más de 10 años, cifra que se dispara al 34.2% en el caso de las jóvenes mexicanas “Nini”; para los hombres el porcentaje sin actividades laborales o escolares es del 9.6%, advierte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su Panorama Educativo 2014.
Las tasas de empleo en México son “altas” para personas con primaria o secundaria (del 64%, frente al 55% promedio de los países de la OCDE); así, las tasas de desempleo en México son más altas para egresados universitarios (4.6%) que para mexicanos con estudios por abajo del bachillerato, detalló Gabriela Ramos, Directora del Gabinete y Sherpa de la OCDE ante el G20, al exhortar a que “la alta productividad y competitividad, premie a los mexicanos con mayores estudios.” En videoconferencia desde París, Francia, Ramos aclaró que no basta con mejorar la calidad del sistema educativo. Es necesario impulsar reforma laboral y abordar el trabajo informal pues si empleadores demandan “un mercado educativo no tan elevado… la productividad seguirá siendo baja”.
La OCDE apunta en su Panorama de la Educación 2014 que “la mayoría de los mexicanos tienen un nivel educativo bajo” (el 63% apenas tiene estudios de primaria o secundaria); la proporción de mexicanos con bachillerato solo es del 37% (el promedio de ciudadanos con bachillerato en las naciones de la OCDE es del 75%). La OCDE, recuerda que la población entre los 5 y los 19 años supera los 30 millones y la cobertura educativa hasta los 14 años es “universal,” mientras que los lugares escolares para quienes tienen entre los 15 y 19 años “sigue avanzando.” En 2012 se observó un “avance importante” de 11 puntos porcentuales en cobertura en bachillerato, al pasar de 42% al 53%; aunque su avance es incluso menor al registrado en países como Brasil (78%), Chile (76%) o Argentina (73%) y ciertamente muy por debajo al promedio de ingreso al bachillerato en la OCDE (84%).
En México, los jóvenes de 15 a 29 años pasarán en promedio 6.4 años en actividades laborales y 5.3 años en educación y formación: un año más en el trabajo que el promedio de la OCDE (5.4 años) y dos años menos en educación (el promedio de la OCDE es de 7.3 años). Sobre este sector es alto el riesgo de que los muchachos se desvinculen tanto de la educación como del mercado laboral. Con base en las tendencias actuales, se estima que los mexicanos de 15 a 29 años de edad pasarán 3.3 años sin estar empleados ni en educación o formación (el promedio de la OCDE es de 2.3 años); el organismo advierte que la proporción de jóvenes mexicanos que no tienen empleo ni están matriculados es del 22%; en Chile (del 22.3%), Irlanda (21.1%), Italia (24.6%), España (25.8%), Turquía (29.2%) y Brasil (20%). La OCDE agrega que en México, la proporción de este grupo de jóvenes aumenta con la edad: 17% de la población de 15 a 19 años, 23.6% de la de 20 a 24 años, y 27.1% de la de 25 a 29 años (Tabla C5.2a). Sin embargo, al igual que en la mayoría de los países, la proporción de jóvenes de 15 a 29 años en esta situación disminuye con el nivel de escolarización. Mientras más alto es el nivel educativo, más baja es la proporción de jóvenes que no tienen empleo y no están matriculados en educación o formación: en México, la cifra es de 24.9% para los jóvenes adultos con estudios por debajo de educación media superior, 16.9% para aquellos con educación media superior, y 14.8% para aquellos con educación superior.
Las tasas de empleabilidad de quienes cursaron educación básica en México se mantienen en un 64 por ciento, frente a un 55 por ciento del promedio en el resto de naciones; pero alcanza 72 por ciento para los que egresaron de bachillerato frente a un 74 por ciento del promedio alcanzado por las naciones que integran la OCDE. En educación superior es de 80 ante un 83 por ciento.
Por otra parte, México ocupa los últimos lugares en indicadores educativos evaluados entre las 34 naciones de la OCDE-, expectativa de quienes lograrán concluir su bachillerato o una licenciatura durante su vida con 47 y 22 por ciento respectivamente, mientras que se mantiene elevadas tasas de deserción en bachillerato y licenciatura. El organismo multinacional estima que los jóvenes mexicanos de 15 a 29 años pasarán 3.3 años sin estar empleados o en la educación formal, el cuarto promedio más alto de las naciones miembro, sólo detrás de Turquía, España e Italia.
Además, las altas tasas de deserción de quienes cursan su bachillerato nos ubica en las últimas posiciones de los países de la OCDE. Se estima que 53 por ciento de los jóvenes de 15 a 19 años están matriculados en bachillerato, promedio sólo por arriba del de Colombia y China, y 30 puntos porcentuales por debajo de la media del resto de las naciones.
Al llamar como “el paso de la muerte” a la deserción de primaria a secundaria y hacia el bachillerato, Ramos aseguró que el incremento en la matricula de este sector de la población pasó de 42 a 53 por ciento del 2000 al 2012. Sin embargo, reconoció que el tamaño del reto “aún es enorme”. De hecho, la OCDE alerta sobre las calificaciones de los estudiantes mexicanos de 15 años de edad obtuvieron un promedio de 413 puntos en la evaluación de matemáticas de la prueba PISA, lo que significó un aumento de 28 puntos respecto a PISA 2003: uno de los avances más notables entre los países de la OCDE, pero esta mejora coincidió con la disminución en la proporción de estudiantes que no lograron alcanzar el nivel de competencias básicas en matemáticas: del 66% en 2003 al 55% en 2012.
Los resultados de PISA 2012 muestran que en la mayoría de los países de la OCDE los hombres obtienen en matemáticas, en promedio, puntajes más altos que las mujeres (una diferencia de 14 puntos en México y de 11 puntos, en promedio). Sin embargo, México es uno de los pocos países donde tanto hombres como mujeres han mejorado su rendimiento en matemáticas entre 2003 y 2012, a pesar de que sigue habiendo una brecha de género: los hombres obtuvieron 30 puntos más en 2012 que en 2003, mientras las mujeres lograron 26 puntos más. Por el contrario, en el conjunto de los países de la OCDE, los hombres obtuvieron 3 puntos menos en 2012 que en 2003, en promedio, y las mujeres 4 puntos menos. Sin embargo, los estudiantes mexicanos consiguieron 81 puntos menos que el promedio de 494 puntos de la OCDE en matemáticas, lo cual equivale a alrededor de dos años de escolaridad. Menos del 1% de los jóvenes mexicanos de 15 años alcanza el mejor desempeño en matemáticas, lo que contrasta con el 13% de los países de la OCDE.
En México, el gasto anual promedio por estudiante desde la educación primaria hasta la superior es del 19% del PIB per cápita; el segundo promedio más bajo dentro de la OCDE y países asociados, y muy por debajo del de la OCDE del 27%. Por el contrario, el gasto que hacen los hogares mexicanos cuando hay estudiantes en estos niveles de educación está entre los más altos de los países de la OCDE. En promedio, los hogares mexicanos cubren el 17.3% del gasto total en instituciones educativas en estos niveles. En el nivel superior, el gasto anual por estudiante se sitúa en 46% de PIB per cápita, muy por arriba del promedio de la OCDE del 41%. Esta diferencia en el gasto por estudiante está probablemente relacionada con el alto índice de jóvenes que ya no continúan estudiando en educación superior y no con un incremento en el gasto, precisa el informe de la OCDE.