Las imágenes pornográficas danesas le fueron entregadas a Toledo hace ya casi dos décadas por el fotógrafo y coleccionista, Rafael Donís, tiempo en el que el oaxaqueño las intervino como un pasatiempo, refirió el director del Iago, Alonso Aguilar Orihuela La presentación del libro, con prólogo del escritor mexicano, Naief Yehya, estuvo a cargo del escritor Trino Maldonado, la crítica de arte y curadora Laura de la Mora, y Aguilar Orihuela. Al inicio del acto, parte de las actividades de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (Filo), Maldonado leyó el poema de David Huerta titulado Ayotzinapa, dedicado a los 43 estudiantes de la normal rural Isidro Burgos. El director del Iago refirió que el también oaxaqueño Donís le dio las fotografías a Toledo, las cuales datan de los años 60 y 70, correspondientes a la época danesa. Francisco Toledo las tuvo guardadas varios años, hasta que en 2000 comenzó a intervenirlas. Recalcó que el artista plástico utilizó diversas técnicas, pero sobre todo sentido del humor y desenfado. La colección es de 58 fotos, pero sólo fueron seleccionadas 25 para este libro.

Según confesó el propio Toledo, en aquellos años trabajaba en la reinterpretación de un grabado de Alberto Durero llamado De almohadas, en ese momento, por distracción intervenía estas fotografías; es en un sentido juguetón, humorístico e irónico en que él se acercaba a las fotografías, con la intención a veces de trastocar y cambiar el significado de la fotografía, pero sobre todo con una propuesta de cómo la creatividad nos puede permitir dar la vuelta a algo que se nos presenta de una sola manera, siempre hay muchas más lecturas posibles. Tanto Aguilar Orihuela como Laura de la Mora se mostraron en desacuerdo con el nombre de la obra, ya que para ellos el título no define lo que ofrece; además, señalaron que no cuenta con información, como nombres, medidas, año de creación ni técnicas empleadas. Tuvo muchos descuidos editoriales que deberán ser resarcidos, porque es una obra muy poco conocida de Toledo y que a muchos les escandaliza, señaló De la Mora. En algunas de las fotografías intervenidas por Toledo se pueden observar algunos guiños a otros artistas, como Rufino Tamayo o incluso a Jean Batiste Simeon Chardain, en una escena en la que un falo penetra una vagina. Él observó e imaginó la obra The Ray, de 1728, y que se expone en el museo de Louvre, en Francia; incluso hace referencia a la película de El perro andaluz, de Luis Buñuel.