Uruguay se convirtió el año pasado en el primer país del mundo en legalizar tanto la producción como comercialización de la mariguana, pero la reglamentación y puesta en práctica se ha demorado justamente por la falta de experiencias y precedentes. La iniciativa del presidente José Mujica busca debilitar al narcotráfico a través de un nuevo enfoque, pero la mayoría de los uruguayos se oponen a la idea, según las encuestas.
De llegar a la presidencia, el candidato opositor Luis Lacalle Pou prometió derogar parte de la ley. Y aunque ha estado de acuerdo con mantener el autocultivo y los clubes de fumadores, los aficionados a lamariguana no parecen confiar en que esas modalidades sobrevivan si triunfa el conservador. Pero Lacalle Pou quedó más rezagado de lo esperado en la primera vuelta de las elecciones a fines de octubre, en las que triunfó el expresidente Tabaré Vázquez, del oficialista Frente Amplio. Y los sondeos pronostican que volvería a imponerse en la segunda y definitiva vuelta del domingo. "Como se confirmó que ganó (la primera vuelta) el Frente Ampliodecidí inscribirme porque me dio más seguridad, más tranquilidad de que se va a mantener la ley", dijo el autocultivador Robert Rodríguez, un empleado de 30 años que tiene sus cuatro plantas dentro de cajas en su dormitorio. Se calcula que en Uruguay hay unos 150 mil consumidores de marihuana. Pero hasta ahora solo unas mil 200 personas integran el registro de autocultivadores habilitado a fines de agosto. Una tercera parte de ellos se inscribió tras la primera vuelta electoral de octubre, dijo a Reuters una fuente del Gobierno que pidió anonimato. Otros 300 usuarios forman parte de la media docena de clubes de membresía que ya están operativos. El presidente de la Federación de Cannabicultores, Julio Rey, aseguró que en sus recorridas por todo el país percibió una mayor apertura al registro. Mucha gente "pensaba que si se inscribía y (...) si ganaba otro partido podría derogar la ley y el registro como cultivador permitiría identificar e ir a buscar a quienes tienen plantas", dijo Pablo Fontán, un empleado de 21 años. "Mucha gente no está registrada y piensa hacerlo cuando se confirme la victoria del Frente Amplio".