Oaxaca, Mpexico-Edward Snowden alerta acerca de un programa de la Agencia Nacional de Seguridad estadunidense (NSA), MonsterMind, que considera es la mayor amenaza a la privacidad que ha habido hasta la fecha. Lo hace en una de las entrevistas más reveladoras e interesantes que le han hecho a la fecha, un excelente perfil suyo realizado por James Bamford y publicado en la revista Wired. Snowden conversa desde un hotel en Moscú, ciudad en la cual está asilado desde hace poco más de año, por haber revelado documentos secretos de la NSA. Hace varias revelaciones nuevas, por mencionar dos, la existencia de MonsterMind y que la NSA fue responsable de que se cayera el Internet en Siria. El ex contratista de la NSA dice que cuando tuvo conocimiento de MonsterMind decidió que no podía esperar más para hacer una denuncia pública. Snowden describe a MonsterMind como un programa de ciberguerra en ciernes, que “automatizaría el proceso de rastrear un ciberataque (…) En vez de simplemente detectar y destruir el malware en el lugar de entrada, MonsterMind automáticamente atacaría de regreso, sin intervención humana”. El problema es que muchas veces un ataque cibernético es canalizado a través de un país tercero: “Podrías tener a alguien sentado en China, por ejemplo, haciendo que parezca que uno de esos ataques se origina en Rusia. Y entonces terminamos atacando un hospital ruso”, dice Snowden. Para que este sistema funcione, “la NSA tendría que primero, de manera secreta, obtener acceso a prácticamente todas las comunicaciones privadas que llegan del extranjero a personas en Estados Unidos”, explica Snowden. Por eso considera que MonsterMind es la mayor amenaza a la privacidad que hay en la actualidad. Caída del sistema en Siria, causado por la NSA Snowden también revela que la NSA fue responsable de que se cayera el Internet en Siria. Un agente de inteligencia le contó que en 2012, TAO, una división de hackeadores de la NSA, intentó instalar un ‘exploit’ en uno de los routers centrales en un importante proveedor de servicio de Internet en Siria. “Esto hubiera permitido a la NSA tener acceso al correo electrónico y más áreas del tráfico de Internet de buena parte del país”, escribe James Bamford. “Pero algo salió mal” y lo que provocaron es que el router ya no funcionara. Siria perdió toda conexión con Internet. Rápidamente, los hackers del gobierno estadunidense intentaron reparar a distancia el router, para borrar sus huellas. Pero como no funcionaba, no pudieron hacerlo. Finalmente los sirios solucionaron el problema y al parecer no buscaron la fuente del mal. Los agentes de TAO dijeron, medio en broma: “Si nos cachan, podemos echarle la culpa a Israel”. El ciberHansel Edward Snowden también cuenta que cuando sustrajo los documentos de la NSA, intentó dejar “un caminito de moronas digitales”, para que la agencia supiera qué copió y se llevó y qué sólo “tocó”. Esperaba que así supieran que se trataba de un denunciante y no un espía. Cree que no se dieron cuenta de las pistas y sólo informaron sobre el número total de documentos que “tocó”: 1.7 millones. Snowden dice que se llevó mucho menos. James Bamford escribe que es muy probable que haya otro denunciante que se está escondiendo tras el nombre de Snowden. Este rehusó entrar al tema on-the-record, pero Bamford tuvo acceso total, en varios lugares, a los documentos filtrados. Usó una “sofisticada herramienta de búsqueda digital” y no pudo encontrar algunos de los documentos que ya se hicieron públicos, lo cual lo llevó a concluir que “en algún lugar debe haber un segundo filtrador”. Bamford dice que no es el único en llegar a esa conclusión: “Tanto Greenwald como el experto en seguridad Bruce Schneier, quienes han tenido amplio acceso al acervo, han dicho en público que creen que otro denunciante está filtrando documentos secretos a los medios”. Snowden también narra que cuando David Miranda, la pareja sentimental de Glenn Greenwald, fue detenido en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, le quitaron un disco duro externo con 60 gigabits de datos y un papel con la clave de uno de los archivos. Los documentos estaban encriptados, pero pudieron abrir el de la clave en el papel. “Greenwald aún no obtiene acceso a todos los documentos de la GCHQ”, escribe Bamford. Snowden plantea que “tenemos los medios y tenemos la tecnología para poner fin a la vigilancia masiva sin que haya acción legislativa, sin que haya cambios de política. Básicamente llevando a cabo cambios, como que encriptar sea una medida estándar, que todas las comunicaciones sean encriptadas por default, podemos ponerle fin a la vigilancia masiva, no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo”. Snowden lanza: “Para nosotros, la pregunta no es qué nueva historia saldrá ahora. La pregunta es, ¿qué vamos a hacer al respecto?” Aquí la respuesta íntegra de Snowden a la pregunta de por qué decidió filtrar el material secreto de la NSA: “Mi nombre es Ed Snowden. Antes trabajaba para el gobierno y ahora trabajo para el público. La tecnología es el gran igualador en la historia humana. Nos permite probarnos caras nuevas, unirnos a comunidades nuevas, entablar nuevas conversaciones y descubrir quiénes somos y qué queremos ser. “Nuestra generación enfrenta tiempos en los cuales los gobiernos en todo el mundo cuestionan si se puede confiar el poder de la tecnología en los individuos, si nos pueden dejar con nuestros aparatos, y confiar que los usaremos de modo creativo y no destructivo. Y si bien yo no sé la respuesta a esa pregunta, lo que sí sé es que los gobiernos no deberían ser los que decidan, nosotros deberíamos hacerlo. “Lo que hice no fue por beneficio personal, no pedí dinero. Devolví esta información a manos públicas, y la razón para hacerlo no era por obtener una etiqueta, sino para devolverte la posibilidad de elegir el país en el cual quieres vivir.”
Entrevista a Edward Snowden, en la revista Wired (en inglés).