Oaxaca, México-El nuevo aeropuerto de la Ciudad de México -detallado el miércoles por el gobierno federal-, se construirá en la zona contigua del actual, que es elLago de Texcoco, es decir, una zona de lagunas, donde si llueve, se inunda, por lo cual se tendrán que hacer los respectivos entubamientos, expuso el director general del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, Manuel Ángel Núñez Soto.
En entrevista para Aristegui CNN, señaló que ”la mayoría de los grandes aeropuertos que se construyen en nuestros tiempos se hacen lejos de las ciudades porque no hay terreno disponible. En el caso de la Ciudad de México tener a 10 kilómetros de distancia del actual aeropuerto una extensión hoy no poblada de 12 mil 500 hectáreas, propiedad del gobierno federal, reserva federal, pero además una porción de terreno de 6 mil hectáreas también sin poblar, te da una oportunidad enorme“.
Reconoció que para la construcción de la megaobra se debe resolver el tema de la “naturaleza del agua”.
“Esa es una zona de lagunas de regulación. ¿Qué quiere decir esto? Que pues cuando hay un exceso de lluvia, ahí se estanca o cuando la Ciudad de México no tiene la capacidad de drenar toda esa lluvia se expulsa en esta parte, entonces es un tema que había que resolver necesariamente se tomaron pues más de 10 meses hacer todos los estudios para llegar a la conclusión de que se puede resolver la problemática de la Ciudad de México, de que se puede resolver la problemática de esta región que sufre inundaciones lamentablemente año con año y de que se puede lograr a través del entubamiento”, indicó.
“Con los túneles que se van a construir, 27 kilómetros, le das capacidad de drenar, con las nuevas lagunas de regulación que se van a crear, tú vas a tener ahí 2 mil 700 hectáreas de cuerpos de agua, hay que crear las condiciones para ello, pues que será la zona de agua, la zona lacustre más grande de todo el Valle de México que te va a permitir a la vez generar agua para esa zona, que es una zona sedienta de agua y que pues te resuelve la problemática”, expuso.
Núñez Soto aceptó que para todo lo que plantea hay que hacer inversiones importantes, de al menos 17 mil millones de pesos, que resuelva la problemática de la zona.
“El componente de este proyecto va a ser en una buena medida con dinero privado y con dinero público”, apuntó.
“Será el gobierno federal el que realice la inversión, parte de la inversión vendrá del gobierno federal, del presupuesto de egresos de la federación, y privado en la medida en que 6 mil millones de dólares que pensamos recaudar en el mercado, primero de crédito y luego de deuda a través de la emisión de bonos, tendrán sólo como garantía de repago los ingresos que genera el actual aeropuerto y el futuro aeropuerto… es deuda sobre el proyecto, no es una deuda del Estado mexicano”, precisó.
Indicó que primero comenzarán la construcción con parte de dinero público y con crédito de los bancos; después los créditos se pagarán con bonos (take out) “y seguir con todo el proceso de financiamiento con dinero público y privado hasta la conclusión de la obra”.
Núñez detalló los gastos del proyecto:
-En general, se contemplan 169 mil millones de pesos.
-De los 168 mil mdp, 127 son específicamente para la construcción como tal; además hay17 mil millones de pesos para la obra hidráulica, y además hay dinero para obras sociales que tendrán de realizarse y hay una parte también para todo lo que será la gestión del proyecto, la ingeniería de detalle que tiene que hacerse sobre este proyecto.
“Había que darle viabilidad al proyecto y no podías anunciar nuevamente un proyecto pues donde había habido ya muchos resbalones, tenías que estar convencido de que existía la viabilidad para hacerlo, segundo, a lo largo de estos meses se hicieron distintos estudios sobre mecánica de suelos, una parte de geotecnia, la parte hidrológica, sobre la parte ambiental, sobre la parte técnica, se cambio el proyecto, hubo necesidad de hacer todo ese trabajo”, mencionó.
Precisó que para el proyecto primero revisaron a 100 arquitectos “más importantes del país”, de los cuales invitaron a 11 de ellos, quienes serían los que invitarían a empresas extranjeras; 8 aceptaron participar, y a la postre resultaron ganadores Fernando Romero y Norman Foster.
Apuntó que entre quienes compitieron se encontraban Javier Sordo Madaleno, Francisco Serrano,Ricardo Legorreta, Teodoro González de León, Enrique Norten.
“El que ganó, ganó por una razón de principio. Se formó un comité, tuvimos la instrucción siempre de que era un proyecto muy importante para el país de que aquí no importaban amistades o parentescos o situaciones de ninguna otra naturaleza que no fuera el proyecto que más le convenía a México”, aseveró.
Ahora, falta saber quién lo va a hacer, pero estableció que todo lo que pueda ser licitado, será licitado. “Hay cosas que no debes licitar por seguridad, hay otras que definitivamente hay que hacerlo, pero en todos los procesos los mexicanos tenemos derecho a saber y se estará presente”.
Agregó que “se ha tenido gran cuidado en no tocar tierra ejidal”, en referencia al conflicto con pobladores de San Salvador Atenco, por lo que aseguró que el proyecto “hoy merece la aceptación social mayoritariamente”.