Jaime GUERRERO
Oaxaca, México.-Mujeres de origen oaxaqueño se encuentran dentro de las principales víctimas de trata de personas mexicanas identificadas en el extranjero, reportó el Diagnóstico Sobre la Situación de la Trata de Personas en México presentado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
La CNDH precisa que conforme al Oficio DGTG-01430 del 19 de marzo de 2013 de la Secretaría de Relaciones Exteriores, las víctimas mexicanas identificadas en el extranjero proceden mayoritariamente de Puebla, Michoacán, Guerrero, Distrito Federal, Jalisco, Veracruz y Oaxaca.
En mayor número, precisa el diagnóstico, las mexicanas han sido identificadas en Estados Unidos, donde se registra 97 por ciento de los casos, principalmente en las ciudades de Los Ángeles, Houston, San Francisco, Nueva York, Santa Ana, San Diego, San José, Las Vegas, Washington y Nueva Orleans.
Refiere la CNDH que los casos por estados son 69 en Puebla; Michoacán, 59; Guerrero, 39; Distrito Federal, 35; Jalisco, 37; Veracruz, 37; Oaxaca, 31; Guanajuato, 31; Estado de México, 26; Sinaloa, 16; San Luis Potosí, 15; y Morelos, 15.
Mientras que de Zacatecas provenían 14 mujeres; de Querétaro, 14; Hidalgo, 13; Tlaxcala, 12; Baja California, 12; Tamaulipas, 11; Nuevo León, 10; Chihuahua, 10; Chiapas, 11; Nayarit, ocho; Sonora, seis; Colima, seis; Yucatán, cinco; y Durango, cinco.
Así la CNDH refiere que han detectado mujeres oaxaqueñas comercializadas en Fresno, Atlanta, Chicago, San Bernardino, Oxnard, Calexico, Miami, Dallas, Filadelfia, Portland y Sacramento, entre otras ciudades.
Lo mismo, en países como Canadá, España, Francia, Inglaterra, Alemania, Egipto, Kuwait, Chile, Guatemala, Bahamas y Honduras.
El diagnóstico señala que México fue considerado el primer proveedor de víctimas de trata de personas (laboral y sexual) a Estados Unidos durante 2008, el segundo en 2009, el tercero en 2010 y nuevamente el primero en 2011 y 2012, según informes del Departamento de Estado estadounidense.
“Con frecuencia se acreditó la participación de la delincuencia organizada; en estos casos, las redes habitualmente estuvieron conformadas por personas con vínculos familiares y los tratantes que captaban y explotaban a las víctimas mexicanas eran también mexicanos”, precisa el documento disponible en la página www.cndh.org.mx