MÉXICO, DF, (apro).- La Oficina en México de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) anunció hoy que recibió “con beneplácito” la noticia sobre la liberación de dos mujeres sobrevivientes de la masacre de 22 civiles por parte de militares en Tlatlaya, Estado de México, ocurrida el 30 de junio, y urgió al gobierno de Peña Nieto a que garantice su protección.
Durante casi seis meses, la Procuraduría General de la República (PGR) las mantuvo presas en el penal de alta seguridad de Tepic, en Nayarit, bajo la acusación de acopio de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército.
El lunes 15, el Juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales ordenó la liberación de las dos mujeres, debido a que durante la audiencia final el Ministerio Público Federal, dependiente de la PGR, presentó conclusiones no acusatorias en favor de ambas.
La ONU-DH recordó en un comunicado que, el 21 de octubre, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 51/2014, en la que observó que durante su estancia en la Procuraduría General de Justicia del Estado de México las dos mujeres habían sido “torturadas y obligadas a firmar una declaración contra su voluntad”.
Esta recomendación representó una “señal positiva” para la ONU-DH, la cual llamó al ombudsman a “robustecer el seguimiento de sus recomendaciones”.
Según la ONU-DH, la recomendación de la CNDH ayudará a que “se fortalezcan las condiciones que lleven al pleno esclarecimiento de los hechos y al establecimiento de todas las responsabilidades penales que se deriven”.
Dichas responsabilidades en el caso Tlatlaya, abundó la ONU-DH, abarcan tanto la participación, el encubrimiento, la omisión y la aquiescencia de los militares y funcionarios involucrados en la cadena de mando.