“Son bienvenidas en las comunidades empresas que adoptan un parque, o que ponen juegos para los niños, son bienvenidas, queremos que lo sigan haciendo, pero en este debate tenemos que volver a leer la historia del México reciente, la historia de esa solidaridad que se ejerció y sigue vigente hacia las víctimas y las decisiones de política nacional que tomamos en su momento, frente al dolor de decenas de miles de familias, de mexicanos y mexicanas que no encuentran respuesta institucional”, señaló.

Al participar como invitado en un foro de la Confederación Parlamentaria de las Américas en Saltillo, consideró que la desaparición de personas en México afecta a todos y en consecuencia la reacción de la sociedad debe ser integral.

Llamó a las autoridades y a las organizaciones no gubernamentales a dialogar con los empresarios sobre el contenido de la Ley General de Víctimas y la Ley para la declaración de ausencia por desaparición en Coahuila, que se crearon dan garantías a las víctimas y a sus familias, como la de mantener la vigencia de los derechos civiles y laborales hasta el esclarecimiento de cada caso.

Empresarios del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada en Torreón, y de la Unión de Organismos Empresariales de Saltillo no están de acuerdo en mantener el salario de los trabajadores que sean víctimas de desaparición y consideraron que su responsabilidad social termina con el pago de impuestos.

Al respecto, el representante de la ONU consideró que posiblemente la oposición de los patrones a la norma es por falta de información.

“Hay que enriquecer el dato (de la responsabilidad social de las empresas), incluso como oposición a la norma, sobre responsabilidades propias de tipo social que vayan más allá de cuidar el jardín de enfrente de la fábrica y que con eso se contribuye al decoro de la ciudad, eso está bien, pero incluso respetando sobre la incomodidad o la sorpresa que (la medida) les pudo haber causado, entrar a un debate más profundo sobre lo que el país ya discutió y ha vivido y testimoniado como un proceso de protección, acogida, blindaje y significación de las víctimas”, expuso.

Oaxaca,México-“Tener esa idea de que mi responsabilidad no se acaba en donde está mi planilla (de trabajadores), sino que se extiende a donde están las planillas de los que me prestan servicios, esa es una manera muy inteligente de asumir responsabilidad social empresarial y es una tendencia no solamente internacional, sino indetenible”, aseguró en entrevista.

Como ejemplo de compromiso social de las empresas, citó el caso de la brasileña Petrobras, quien desde hace años prohibió el empleo de menores de edad no sólo en sus plantas y plataformas, sino en toda la cadena de proveedores en el mundo, desde las fábricas que le venden acero de alta calidad, hasta los talleres donde se reparan las llantas de sus camiones.

Aseguró que la tragedia de las desapariciones hizo coincidir a familias que forman parte de grupos sociales distintos, como las madres, hijos y esposas de personas secuestradas por policías, las de policías desaparecidos por narcotraficantes, y hasta un poeta que se apartó de las letras para convertirse en activista, en referencia a Javier Sicilia, cuyo hijo fue asesinado junto a otros seis jóvenes en Morelos. “Todos ellos coincidieron en la marcha por la paz, con justicia y dignidad”, recordó.

“No creo que podamos retroceder en la discusión de que tenemos responsabilidades frente a las víctimas, no hay manera de que esa discusión se plantee. Ahora, si los empresarios dicen que son sólo responsabilidades del Estado, hay que conversar más con ellos para que entiendan que en el mundo moderno del Siglo XXI las responsabilidades de las empresas van más allá del sólo producir ganancias para sus accionistas y bienestar para sus propietarios.

“México está en el punto en el que no hay marcha atrás en la comprensión nacional de todas nuestras responsabilidades colectivas frente a las víctimas”, expuso.