Oaxaca, México.-La derrota electoral del presidente estadunidense Barack Obama decepcionó a muchos y no tendió puentes a sus enemigos, escribió el semanario periodístico alemán Die Zeit.

“Es un puñetazo de knockout, Obama ya llegó a su fin”, refirió en un comentario en torno al resultado de las elecciones de medio término en Estados Unidos realizadas la víspera.

“Los demócratas ya no solo están en minoría en el Senado sino que deben pasar el testigo a los republicanos conservadores en muchos palacios de gobierno, incluso en sus bastiones Illinois y Maryland”, consideró.

“No importa como se gire y se maneje ese resultado: Barack Obama es actualmente altamente impopular. A pesar de que la economía está en auge, la cuota de los desempleados está por debajo del 6.0 por ciento y el país se ha columpiado hasta ser el mayor exportador de energía del mundo”, apuntó el semanario.

“La poco querida reforma del sector salud, a pesar de todos los (comentarios) cínicos, ha bajado los horrendos costos de hospital y contribuye al crecimiento económico. Obama puede absolutamente presentar éxitos”, refirió.

El principal semanario alemán de análisis político escribió que “sin embargo, más de la mitad de los estadunidenses está descontento con su forma de llevar a cabo su trabajo”.

Además “no sienten el repunte económico en el monedero, ven temerosos el futuro, sienten que su país va por el camino erróneo, perciben a su presidente como titubeante en las mas peligrosas crisis, demasiado indeciso”, apuntó.

“La mayoría de los estadunidenses piensan como su presidente. También ellos desean un buen seguro médico y una pensión para la vejez que alcance para mantenerse”, dijo.

También “están en favor de que terminen las guerras estadunidenses, quieren una reforma migratoria razonable, el derecho al aborto y el matrimonio de homosexuales”, relató.

Pero lo que lo que la mayoría quiere “es que esos cambios crezcan de abajo hacia arriba, de municipio en municipio, de estado en estado, y no que un presidente los decrete. Sigue un profundo escepticismo frente a los gobernantes en la Casa Blanca y en el Congreso”.

“Washington permanece siendo para la mayoría de Estados Unidos un sinónimo de ineficiencia, de tutela y de pleitos“, concluyó el comentario.