Ciudadania Express
Viernes 27 de junio, 2014. 12:24 pm

Pinturas de José María Velasco entran a la era digital

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Oaxaca, México.- Las 13 pinturas de José María Velasco exhibidas en la Sala Verde del San Carlos Centro Cultural (SCCC) ocultan un secreto sólo evidente: las obras que penden de los muros no necesitan ser alumbradas con bombillas incandescentes porque de cada una de ellas emana luz. “Esto es resultado de una experimentación visual, donde por medio de  tecnología digital con gran calidad, mostramos obra del artista con una definición fuera de su tiempo, con una re-visión contemporánea”, expuso la directora del SCCC, Minory León. museovirtual La historia de la Academia de San Carlos y la del paisajista se imbrican a tal grado que es imposible entender la una sin la otra, por lo que la muestra Velasco y la estética digital es una manera de traer de vuelta a este edificio del Centro Histórico a uno de sus más grandes maestros, a uno que ingresó a esa institución en 1858 como estudiante oficial —sin haber alcanzado la mayoría de edad— y que se retiró en 1903, con el cargo de profesor de perspectiva y sin saber que le restaban apenas nueve años de vida. “La selección reunida consta de piezas que alguna vez formaron parte del patrimonio universitario y que hoy se encuentran dispersas en diversas colecciones”, agregó. Tradición que se adentra en una nueva era No nos confundamos, nada se compara a apreciar una obra tal y como fue creada, pero la mayoría de las veces esto resulta imposible y la tecnología es una gran aliada para dar a conocer acervos y materiales a los que de otra forma no tendríamos acceso, subrayó León, quien ha realizado estudios para especializarse en una disciplina que comienza a emerger, la curaduría digital. “Esto despliega un abanico de posibilidades, pues los nuevos formatos permiten llevar arte a espacios insospechados. En este momento lo hacemos en el SCCC, ¿pero qué impediría instalar algo parecido en pequeñas comunidades que nunca han visto nada igual? Además, nos permite hacer propuestas arriesgadas que impedirían plantearnos con las piezas verdaderas. Debido a estas características, la Sala Verde ha comenzado a convocar a espectadores de todas las edades, pero también a generar un fenómeno que resulta curioso a los guardias del lugar, quienes refieren que los muy jóvenes, tan habituados a sus smartphones y tablets, pronto se percatan de que están ante una imagen digital y no frente a una tela pintada, mientras que los mayores suelen abandonar el lugar sin sospechar siquiera del artificio. “Esto hace evidente que, más allá del soporte, lo que importa es la obra en sí, pues —sea con pixeles o trazos de pincel— los paisajes de Velasco transmiten lo mismo, escenas de un Valle de México decimonónico que mostraba horizontes amplios donde hoy se asienta el caótico conjunto de edificios que vemos a diario. El público que nos visita, sin importar su edad, se maravilla siempre al establecer este contraste”. A partir de una publicidad transmitida de boca en boca, el andamiaje que posibilita esta experiencia ha comenzado a llamar la atención en diversas partes del mundo, pues varios artistas y responsables de galerías se han acercado a León para preguntar por las especificaciones de la atmósfera lograda en esta sala. “Dentro de las ventajas que nos ofrece esta alternativa, van desde aspectos de seguridad hasta monetarios, pues según nuestros cálculos, una muestra con estas características cuesta 90 por ciento menos de lo que hubiéramos gastado al integrar exactamente la misma, pero de la manera convencional”. Paradigmas que cambian La posibilidad de replicar esta experiencia en otros sitios es algo que para Minory León no es impensable. “Los resultados en el SCCC son alentadores y nos muestran que pasado y futuro coincidan sin forzar ningún vínculo, porque aunque la Sala Verde está destinada a recuperar y preservar la historia de la Academia de San Carlos, lo hace a través de recursos vanguardistas”, detalló. No se trata de sustituir la experiencia de ver un óleo o una acuarela en vivo, advierte la especialista, sino de difundir y proponer otras reglas para conformar una exhibición a partir de las herramientas propias del siglo XXI. Todavía en las galerías tradicionales impera una serie de normas a las que se deben sujetar los visitantes, como la prohibición de usar bolígrafo para tomar notas o acercarse a menos de dos metros de las obras, a riesgo de recibir una severa llamada de atención, explicó. “No obstante, en Velasco y la estética digital hemos notado que la tecnología nos permite entrar en un territorio donde estas normas no se aplican y con frecuencia vemos a los adolescentes con las narices casi pegadas a los cuadros, llenos de curiosidad. Eso me dice que estamos haciendo algo bien, ya que nuestra misión es que los jóvenes se acerquen, lo más que se pueda, al arte”, concluyó. SCCC de la Academia de San Carlos está en el primer piso del edificio ubicado en la calle Academia número 22, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
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