México, D.F..- A dos meses de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa y a un mes de asumir el cargo, el gobernador interino de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez dio a conocer un catálogo de 27 acciones sociales y económicas, entre las cuales sobresale su compromiso de castigar a los responsables materiales e intelectuales de los sucesos en Iguala y de crear una comisión de coadyuvancia con familiares y alumnos de la normal Raúl Isidro Burgos. Asimismo se compromete a impulsar una iniciativa de ley de Amnistía local y una federal para lograr la liberación de luchadores sociales presos. En su listado de “compromisos conciliatorios”, el mandatario expresa también “todo” su “respeto” a los normalistas de Ayotzinapa, los maestros de la Ceteg y a los activistas de Tlachinollan. Desde uno de los salones del Centro de Convenciones de Acapulco, Ortega Martínez incluye la construcción de un estadio de futbol con capacidad para 35 mil personas. Este proyecto se erigiría en el predio que ahora ocupan los campos de golf del hotel Princess. Dijo que ya tiene el acuerdo con los empresarios y confió en “echarlo a andar en los próximos meses”, porque los terrenos ya están “prácticamente donados para el gobierno del estado” y la obra será un detonante para la economía del estado. El plan de acción contiene acciones específicas para la Normal de Ayotzinapa: Asignación de plazas a normalistas egresados con criterios de transparencia y vigilancia ciudadana; recuperar la memoria histórica y reivindicar el papel del normalista rural para el desarrollo de las comunidades de Guerrero, “los estudiantes de Ayotzinapa son para mi gobierno misioneros de la educación y líderes sociales”; ampliar el presupuesto de la normal para convertirla en un centro de alto rendimiento académico, y mejorar su infraestructura; ampliar su matrícula y oferta educativa. De manera colateral, propone también instalar la comisión de acompañamiento y coadyuvancia con los familiares y alumnos de Ayotzinapa, integrada por personas de Guerrero y del país con reconocida trayectoria moral, social y cultural; establecer mesas de diálogo para la construcción de un gran acuerdo social para la reforma ciudadana del gobierno de Guerrero, y crear el banco estatal de datos genéticos para la identificación efectiva de las víctimas de la violencia. El gobernador Ortega convocó a los guerrerenses a hacer de la “profunda crisis social y política” que vive el estado un motor de cambio de gran calado para construir “un gran acuerdo desde todas y las más diversas visiones existentes, demos una oportunidad al diálogo y al acuerdo con realismo y sinceridad, mostremos dialogando que tenemos compromisos auténticos y verdaderos con la sociedad guerrerense y con México”. También llamó a los guerrerenses a recuperar el estado y adelantó que convocará a los ciudadanos a participar en la “reforma ciudadana del gobierno” con un acuerdo para reconstruir el tejido social. “Estamos ante la oportunidad invaluable de escucharnos, entendernos, de unir esfuerzos para encontrar un punto en común, más allá de las diferencias ideológicas y políticas, de los diferendos secundarios y puntos coyunturales de opinión”, dijo. Ortega Martínez comenzó su presentación con el recuerdo de que se cumplen dos meses de ausencia de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos la noche del 26 de septiembre, luego de que policías municipales de Iguala y Cocula los atacaron y mataron a seis personas e hirieron a 25. En su intervención sólo mencionó al adolescente de 15 años David Josué García Evangelista, uno de los seis muertos en el ataque de los policías municipales de Iguala y Cocula, quien era integrante del equipo de futbol Los Avispones de Chilpancingo, de la tercera división profesional. También recordó que hace 30 días asumió el mando del gobierno del estado e informó que en estas primeras semanas ha tendido puentes de comunicación y cooperación con los familiares de los normalistas desaparecidos y maestros de la CETEG. “No nos gana el afán mediático ni protagonismo alguno, tenemos claro cuál es nuestra responsabilidad, lo que procuramos al igual que todos y todas es que se haga justicia y Guerrero regrese a la normalidad democrática”, dijo en respuesta a versiones de los propios padres y a las críticas del PRD de que no ha cumplido su mandato de ser interlocutor con el movimiento de los normalistas de Ayotzinapa. En su mensaje reiteró que su gobierno es de diálogo y entendimiento porque en todas las sociedades “la violencia sólo conduce al retroceso y al estancamiento, Guerrero y su gente, que es lo más valioso que tenemos, no merece vivir en la zozobra ni en la desigualdad”. El pequeño salón donde el gobernador presentó su plan de gobierno para los próximos diez meses contrastó con los amplios espacios que solía ocupar el anterior gobernador en sus actividades en el centro de convenciones Mundo Imperial. En otra parte de su discurso, el exfuncionario universitario reveló que encontró arcas vacías, deudas millonarias y promesas incumplidas.