Oaxaca, México.- Oaxaca cuenta con uno de los archivos más extensos en el país, el Archivo General del Poder Ejecutivo del Estado de Oaxaca (AGEPEO) conformado por casi 17 kilómetros lineales de documentos, los más antiguos fechados desde la época colonial.
A partir del año 2011, el Gobierno del Estado y la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO), a través de la asociación Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México (ADABI), trabajan en la restauración y ordenamiento del archivo.
En el AGEPEO se encontraron pinturas que retratan a ex gobernadores del estado. El paso del tiempo, la falta de cuidado y condiciones óptimas de conservación provocaron su deterioro. Por ello, algunos ya no contaban con bastidor, fragmentos de pintura habían caído y la tela tenía dobleces.
A ojos comunes estos cuadros se darían por perdidos, pero ante los de Alejandro Rivadeneyra, eran obras que podían recuperar su esplendor. Con iniciativa de Carlomagno Ochoa Arellano, director del AGEPEO, y ADABI, Rivadeneyra comenzó la reparación estas pinturas.
Hasta el momento se tiene planeado intervenir diez piezas, que serán divididas en tres etapas. La primera de ellas concluyó con la restauración de tres cuadros. En estos se plasma la imagen del Lic. José Esperón, el General Albino Zartuche y el General Luis Mier y Terán.
El trabajo del restaurador, indica Rivadeneyra, es un trabajo anónimo, cansado y paciente. Como un doctor con un enfermo, se debe hacer un “análisis clínico” para saber en qué condiciones se encuentra la pieza y qué hacer para arreglarla.
Este análisis debe ser minucioso y contemplar el estado del bastidor, el tipo de material con el que está elaborado, verificar las condiciones de la pintura, además de conocer la técnica y estilo con que fue elaborada, entre otros detalles. Al tener estas observaciones comienza el proceso de restauración. Se elabora el bastidor de acuerdo al estilo que se usaba en la época de la obra. Se limpia la tela y se elimina los dobleces. Se cubren los faltantes en la pintura. Cada paso puede durar días, por ejemplo, el cuadro más dañado, el del Gral. Mier y Terán, llevó poco más de tres meses en ser arreglado.
Las herramientas que se utilizan van desde planchas especializadas hasta cotonetes. Rivadeneyra especifica que no se debe cubrir o dañar la pintura original. Por el contrario, aunque el ojo inexperto no lo note, los especialistas en el ramo detectan cuando una obra a sido intervenida, ya sea por el tipo de pinturas que fueron utilizadas o la forma en que se aplicaron.
Ya sean documentos o pinturas, el ordenamiento y estabilización del AGEPEO es un arduo trabajo para todos los que colaboran en él, pero igualmente será un tesoro desenterrado de la historia al terminar dichos procesos.