Chile-La segunda explosión de un artefacto en un lugar público de Chile en menos de tres días, sumado a casi una treintena de eventos similares desde que inició el año, revivió dudas en la sociedad del país sudamericano sobre la identidad y los motivos de los actores.
Este miércoles la presidenta Michelle Bachelet reunió por la mañana a varios de sus ministros y a representantes de los partidos políticos para abordar el tema de los “bombazos”.
Al salir del encuentro, Bachelet afirmó: “No nos temblará la mano” para perseguir los responsables.
El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, señaló que el gobierno chileno hará todo para que “las personas detrás de estos hechos tan cobardes” caigan lo más pronto posible en manos de la justicia, e informó que el gobierno perfeccionará con “suma emergencia” la ley antiterrorista, herencia de la dictadura de Augusto Pinochet.
Por su parte, el portavoz del gobierno, Álvaro Elizalde, precisó que “no es el momento para las mezquindades”, en referencia a las críticas provenientes de la oposición de derecha contra la “falta de contundencia” y la emisión de señales “confusas” del gobierno de Bachelet.
Y es que el gobierno socialista se ha negado a designar culpables, pero la Fiscalía Nacional y los principales medios chilenos, así como el español
El País, asocian los “bombazos” a más de 15 grupos anarquistas y antisistema, debido a los lugares elegidos para colocar los explosivos: bancos, iglesias, gimnasios o embajadas, entre otros.
El pasado 21 de julio, dos artefactos estallaron frente a la puerta principal de la Iglesia de Santa Ana, en la capital chilena. Al arribar al lugar, los policías encontraron panfletos en los que se exigía la liberación de una pareja chilena, Francisco Solar y Mónica Caballero, inculpados en España por un atentado explosivo en la Basílica de Pilar, en Zaragoza.
La cadena de televisión Canal 13 difundió ayer un reportaje sobre los “encapuchados” en las universidades, en el que vinculó a anarquistas, estudiantes con las explosiones recientes. Los grupos estudiantiles reaccionaron de forma vehemente en las redes sociales y denunciaron el carácter parcial y la falta de ética del reportaje, debido a que, dijeron, los reporteros realizaron las entrevistas tres semanas antes de los “bombazos”.
Ante las vehementes críticas de los partidos opositores de derecha, el senador Jaime Quintana Leal, miembro del Partido por la Democracia, aconsejó “no especular sobre un determinado grupo, sector o persona responsable de estos hechos (los bombazos)”.
Al salir de la reunión convocada por Bachelet, observó que “algunos han apuntado a sectores anarquistas, algunos incluso han planteado irresponsablemente a grupos de estudiantes”, pero “es importante analizar lo que podría ocurrir con células de exagentes ligados a la dictadura”, subrayó.
Los sectores de izquierda han guardado un silencio relativo ante los “bombazos”, pero han hecho notar la diferencia entre los anteriores, que se cometían de noche, y los que ocurrieron desde el lunes en lugares públicos y horas hábiles.
El portal alternativo
SurySur se preguntó hoy a quién beneficia la explosión de la bomba en la estación de metro. Y observó que momentos después del atentado los partidos de derecha exigieron la renuncia del ministro del Interior, así como el endurecimiento de la Ley Antiterrorista.