Oaxaca, México.- Ante poco más de doce mil fieles se llevó a cabo la coronación de la Virgen de Juquila en el recinto conocido como el cerro del azufre.
Para el Arzobispo de Oaxaca, Monseñor José Luis Chávez Botello, este acto representa una inmensa alegría, ya que convivimos como hermandad, y con este acto se impulsa un llamado de lo que nuestra señora inmaculada Virgen de Juquila quiere de nosotros, no solo vernos juntos, sino unidos compartiendo lo mejor de nuestra vida como buenos hermanos.
Monseñor Chávez Botello realizó también un urgente llamado para orar por la paz y a pedir al señor que suscite en todos, un auténtico deseo de dialogo y reconciliación para Oaxaca.
Por su parte el Secretario de la Curia Diocesana dio lectura a la carta-mensaje que el Papá Francisco envió con motivo de la coronación de la Virgen de Juquila y en la cual, decía lo siguiente:
“Monseñor José Luis Chávez Botello, Arzobispo de Antequera Oaxaca. El Papa Francisco saluda cordialmente a vuestra excelencia, a los sacerdotes, religiosos y todos los fieles de esa arquidiócesis con motivo de la solemne coronación pontifica de la venerable imagen de nuestra señora inmaculada de Juquila. Objeto de devoción de numerosas personas, familias y comunidades cristianas. El Santo Padre les exhorta a celebrar a la Virgen con espíritu de profunda renovación espiritual y confianza en la gracia divina, con la certeza de que nuestra madre celestial no dejará de atender a las suplicas de sus hijos, ella, que ha acompañado siempre al pueblo en sus vicisitudes nos lleva siempre a que su divino hijo para que, creciendo en la fe, aprendamos a luchar con todas nuestras fuerzas por la reconciliación y la paz. Su santidad les pide también, que no dejen de rezar por él y su servicio a la Iglesia a la vez que invocando la constante protección alabemos a la señora inmaculada, les imparte de corazón la implorada veneración apostólica que extiende complacido a cuantos participan en tan fausta celebración” Cardenal Pietro Parolín, Secretario de estado de su Santidad.
Asimismo el Nuncio Apostólico Christophe Pierre puntualizó que en nuestras vidas, cada uno de nosotros debemos pedir perdón por todas las veces que hemos faltado a la paz, la paz en nuestros corazones, familias, ambientes y en nuestro país.
Monseñor Pierrer recalcó también, que la violencia ha cobrado muchas víctimas, a destruido el futuro de muchos jóvenes y ha encadenado la superación de familias enteras. “La justicia y la paz de los ciudadanos nos urge; ya que debemos actuar todos por la reconciliación de la paz social. Es este, el momento de centrarnos y actuar para hacerlo realidad ahora que se corona a la Virgen de Juquila y, a través de la cual, se nos ha manifestado atenta y solicitada para con nosotros” recalcó.
Exhortó al pueblo en general, a erradicar todo tipo de violencia, pedir perdón por todas las veces que hemos faltado a la reconciliación, “Que el señor nos perdone a todos” finalizó.
A la celebración asistieron personas de diversas partes de la República, por mencionar algunos Estados: Guerrero, Chiapas, Veracruz, Estado de México y D.F. Peregrinos y fieles se dieron cita en el lugar desde muy tempranas horas de este día. Niños, jóvenes, adultos y adultos mayores se congregaron para presenciar uno de los actos más simbólicos dentro de la iglesia católica en los últimos años.
Al evento asistieron poco más de 200 funcionarios públicos del Estado y la ciudad de Oaxaca, dos Senadores y once diputados federales del Congreso de la Unión, doce delegados de diferentes instancias del gobierno federal en el Estado de Oaxaca y 135 presidentas y presidentes municipales entre ellos. A su vez, el ámbito académico estuvo presente en el evento, tal fue la asistencia de dos rectores universitarios entre otros. Ocho presidentes de cámaras empresariales, seis presidentes de colegios de profesionistas, 5 directores y coordinadores de asociaciones civiles que trabajan a favor de las y los niños, la juventud y la familia así como dueños, directores y trabajadores de diversos medios de comunicación.
Al finalizar la ceremonia religiosa, diversos actores sociales y políticos liberaron palomas blancas como símbolo de paz y el realce del compromiso pactado para con la sociedad entera.