El hombre nacido en Danzig, novela reciente de Guillermo Fadanelli

Oaxaca, México.- Una novela con humor, lenguaje, filosofía contemporánea y temperamento literario, ofrece el escritor Guillermo Fadanelli (Ciudad de México) en su más reciente novela: El hombre nacido en Danzig, coeditada por la Dirección General de Publicaciones, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y Almadía.

Se trata de una novela en la que Fadanelli cuenta la historia de un hombre trastornado que contrata a un detective para que espíe a su mujer que lo abandonó; que charla sobre la ebriedad, la locura y las mujeres con filósofos como Montaigne, Séneca, Schopenhauer y Rousseau, así como con el basquetbolista Magic Johnson.

Es un libro donde el autor habla de los temas que le interesan: la soledad, las mujeres, la filosofía, la locura y, por primera vez, el basquetbol, deporte que Fadanelli practicó en su juventud. 

"El epitafio de mi tumba dirá: Se equivocó en todo. Yo debí jugar futbol, porque era buen futbolista, pero decidí dedicarme al basquetbol y estuve en la selección de la UNAM durante casi siete años. Siempre fui muy malo, porque como en la literatura, nunca tuve fundamentos. Aun así tenía un promedio de entre 15 y 20 puntos por partido, que no eran nada malos para un ala derecha. En esta novela tuve el deseo de narrar mi experiencia en el basquetbol, obviamente no es una novela que trate sobre el basquetbol, pero la experiencia, el enfrentamiento con el otro, la relación con el cesto y la pelota, el entrenamiento, la pulsión animal de la competencia, formaron parte de mi primera juventud", dice en entrevista para el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Guillermo Fadanelli cuenta que casi todas sus novelas son la consecuencia de una ocurrencia que se va llevando a cabo, nunca tiene una estrategia premeditada para escribir. "Una vez que tengo la primera página tengo el resto y la novela se va haciendo en el camino, nunca sé cuándo va a terminar, ni por qué rumbos va a caminar. Por supuesto que tengo nociones y esta vez quería escribir una novela sobre la locura, los celos, la transformación de un deportista en un hombre locuaz y extravagante, la relación de un hombre y varias mujeres, y la aparición de un detective que supuestamente va a seguir los pasos de la mujer infiel".

El escritor, autor de novelas como ¿Te veré en el desayuno?, Educar a los topos, Malacara, Lodo y Mis mujeres muertas, crea un personaje que, admite, tiene mucho de él mismo, sin embargo, asegura que no es biográfico. "Es una construcción mítica de lo que soy, lo que fui o lo que quiero ser".

En la historia el autor introduce algunos de sus más admirados filósofos con el objetivo de humanizarlos, al ponerlos a charlar con el protagonista de la historia sobre temas "mundanos", y de esta forma fijar su posición respecto a lo que llama "las voces pálidas y vulgares que aparecen hoy en los medios de comunicación", al traer a la discusión a hombres que legaron un mundo de ideas y de imaginación.

La historia también incluye a un detective, Riquelme, una figura un tanto esperpéntica que podría parecer incluso una alucinación del protagonista. Es el personaje que le da vida a la novela y muestra que nunca podrás saber nada del otro por más que lo vigiles.

"Una de las directrices de la novela es que toda mujer es una ausencia, un misterio, aquello que suscita el deseo de apropiación, pero que no puede ser jamás llevado a cabo. A una mujer no la posees nunca porque es lo otro. La historia no es importante. A mí no me importa contar historias, el cine y las series de televisión están contando las historias de nuestras vidas, prefiero el tema y tratarlo vía el lenguaje. He dicho que la mejor novela es aquella que no puede ser llevada al cine, sino que solamente puede ser expresada a través de la escritura. Ese es un refugio que tenemos los escritores, la palabra, crear metáforas imposibles de ser llevadas a la pantalla", explica el Premio Grijalbo de Novela 2012.

Fadanelli asegura que nunca tiene una ruta crítica que seguir al escribir una novela, ésta se va construyendo según su humor y según vayan apareciendo determinados personajes. "No hay un tema, hay varios. El tema de toda novela es el lenguaje y éste es humano. El tema de toda novela es la humanidad y en este caso, principalmente, es la soledad y la locura, algo que ya había tratado en la novelaMalacara. Hay cierta misantropía en casi todas mis novelas y sobre todo desconfianza".

Al no seguir una ruta crítica, las novelas de Guillermo Fadanelli suelen terminar de manera abrupta, pero también esto responde a que el autor pretende escribir novelas más breves y sustanciosas. "Soy un hombre muy intuitivo y me aburro fácilmente, me canso y termino. No es que la novela me pida el final, porque yo podría seguir escribiendo, pero me harto de mí mismo y de la escritura. Soy muy impaciente y ansioso. Además, no soy tan vanidoso para pensar que los lectores van a leer toda la novela, por eso me rehúso cada vez más a escribir historias largas, tiendo a las novelas cada vez más breves, amo la novela breve".

En El hombre nacido en Danzig, como en otras de sus novelas, Fadanelli refleja lo que él llama su desorden mental. "Mi cabeza es un desorden absoluto, es decir, no tengo conclusiones de mis experiencias, no soy un dogmático, siempre creo que el otro tiene razón, no impongo mis opiniones, siempre escucho. Este es el primer título que no me convence del todo. Debí llamar a la novela Basquetbol, el título de El hombre nacido en Danzig es un poco críptico y la alusión es un tanto pedante, sin embargo será fiel a mi epitafio: Se equivocó en todo".