Oaxaca, México.- La sonrisa enmarcaba el rostro de quienes, comúnmente deben parecer frías, duras e insensibles; Ana Lilia Mendoza y Judith Yanet Morales Carreño; ambas habían escuchado del Día Internacional de la Mujer, pero ninguna había recibido lo que llamaron “un detalle tan bonito”.
Esta, no fue una ceremonia común, en el patio central de la Casa del Policía, se percibía un ambiente de amistad, de alegría, de cercanía entre jefes y colaboradores; se percibía pues, la unidad que suele provocar una mujer cuando de solidaridad y reconocimiento se trata, o bien, cuando de consuelo y comprensión se necesita.
Día internacional de la Mujer, en que más allá del discurso, estuvo la convivencia en la que las elementos y personal femenino fueron ponderadas por el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Alberto Esteva Salinas, quien a su vez expresó también el reconocimiento que hacía llegar el mandatario estatal, Gabino Cué Monteagudo, a cada una de las integrantes de las fuerzas estatales y al mismo tiempo a las que forman parte de cada área de esta importante dependencia.
Conmemoración que como bien lo señaló Ana Lilia, no es un día, debe ser continuo, cotidiano; pero además, no es sóllo para discurso, sino para hacer realidad el objetivo de esta fecha: reconocer el talento, las capacidades y abrir nuevas oportunidades de participación a las mujeres.
“Mire Lic., la verdad es que me gustó el regalo del jefe, fue un buen detalle, porque no solo soy policía, no soy hombre, soy una mujer que siente, que tiene sueños y que le gusta, los días que descansa, lucir arreglada, femenina; soy ruda en la chamba porque ni modo que les diga: no hagan cosas malas o pórtense bien a los delincuentes; pero en la casa, en mi vida normal, soy muy sensible, este regalo me hace sentir que hoy me vieron como mujer, no como policía”, dijo Lili, al referirse al obsequio recibido de manos del titular de Alberto Esteva.
En tanto Judith Yanet Morales Carreño, no daba cabida a lo que pasaba, pues era la primera vez que tenía muy cerca a un jefe, refiriéndose al secretario de Seguridad Pública.
“No me gusta lo que hago, ¡no!... ¡me encanta!, es la primera vez que me siento orgullosa de mi uniforme, antes estuve en seguridad privada pero definitivamente no es lo mismo, es la primera vez que me siento identificada con un grupo de trabajo, que me siento verdaderamente útil”, señala Judith y agrega:
Tengo cuatro hijos y todos como dice el jefe, educados humildemente pero con valores, porque es lo único que puedo darles; me admiran y aman, por eso es que me siento comprometida con lo que hago, porque sé que de ello, depende que mis hijos no corran riesgos.
Judith remata diciendo: “Es la primera vez que se me reconoce y así de cerquita un jefe, que me da un regalo y que me felicita; la verdad es que el secretario se gana el corazón de una porque se preocupa mucho por nuestro lado humano, así que si él está dando un plus, pues nosotras también lo haremos”.
Mayra Soledad del Porte Aquino, Norberta Jiménez García y Clari Esther Ruiz Martínez; mujeres cuyas vidas tienen en común la labor de resguardo de la salvaguarda de la población en Oaxaca, coinciden en que, su rol representa ciertas dificultades, pero éstas nunca sobrepasan la satisfacción de ver en el rostro de sus familias, el orgullo reflejado por su desempeño como policías, madres y amigas.
Con 11 años al servicio de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), Mayra que actualmente es parte del personal de la Unidad Canina, cuenta que anteriormente era muy difícil que las mujeres se mantuvieran en los cuerpos de seguridad, los hombres, incluidos los jefes, discriminaban a este sector.
Pienso que aquí como en todas partes, no se trata de buscar ser mejores que los hombres sino de empatar nuestras capacidades e intentar sacar adelante a nuestras familias y nuestro trabajo de la mejor manera; dice del Porte Aquino, quien además de dedicar su vida al servicio de la seguridad de los y las oaxaqueñas, empata sus tiempos para compartir con sus tres hijos de los que es padre y madre.
Todo se puede, asegura Norberta Jiménez, quien presta su servicio en la Unidad Turística de la Policía Estatal desde cinco años atrás. También soy madre de tres pequeños… madre soltera, pero la nuestra no es condición que nos prive de oportunidades o nos limite, por el contrario, representa el impulso por el que salimos diariamente a las calles; asevera.
Norberta agrega, a punto de derramar las lágrimas, con la sensibilidad a flor de piel: No es que ser mujer sea difícil, ser policía tampoco… las dificultades se hacen a un lado cuando somos recibidas por nuestras familias y ahora, cuando la gente por la que hemos decidido dar la vida si fuese necesario, reconoce nuestro trabajo. Cada persona que camina por Oaxaca, tiene la misma valía que si fuera integrante de nuestra familia, los cuidamos igual.
La más joven del grupo, deja ver que tras tres años de desempeño en la SSPO, es aquí precisamente donde ha encontrado su vocación, pues el valor para hacer lo que les toca a las policías, no lo tiene cualquiera… mi familia está orgullosa y yo también, por qué no estarlo… sé que mi dedicación encontró la mejor forma de manifestarse y es para bien, para el bien común; culmina Clari Esther.
Mujeres fuertes, mujeres de valía, madres, esposas, trabajadoras; corazones que con pasión atienden un gran reto, uno distinto, lejos de las comodidades, mujeres policías que tras esa rudeza que aparentan guardan para los suyos la ternura y la sensibilidad que les caracteriza, mientras que para Oaxaca, con orgullo, dignidad, valor y responsabilidad ofrecen día a día el mayor de sus esfuerzos porque esta gran tierra viva en paz y progreso.Te podría interesar...
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