Un trabajo hormiga o si la quieren llamar una “investigación japonesa” realizada por las organizaciones y periodistas señalan que en el sexenio de José Murat se reportaron en la prensa 429 feminicidios, 71.5 por año; con Ulises Ruiz la cifra macabra fue de 311, 51 por año; y en la actualidad, como ya dijimos, alcanza a 265 casos, 78 por año. La suma de estos 15 años es de mil cinco mujeres que perdieron la vida a manos de hombres, principalmente.
¿Cuál sería el “pecado” del actual gobernador de Oaxaca? Sin duda no tomar en serio lo que está pasando, cuyas cifras y tendencia demuestran que podría llegar a superar a sus odiados antecesores, únicos responsables de que hoy gobierne. Y es que no se trata de inventar más organismos como el Centro de Justicia para Mujeres que costó la nada despreciable cantidad de 14.1 millones de pesos; o realizar costosos diplomados para los funcionarios donde empiezan 50 y acaban diez, y lo cierto es que la enseñanza no llega nunca a quienes toman decisiones; crear unidades de género para engrosar la burocracia del entretenimiento; inventar la comisión de derechos humanos del poder ejecutivo, o sostener en el cargo a quien ya no responde a ningún interés excepto la egolatría en materia de justicia…
Peor aún. Gabino Cué, el responsable del bienestar de la población oaxaqueña, lo que por cierto también incluye a las mujeres, tiene además al enemigo en casa, pero parece no alterarse ni darse cuenta de lo que la ciudadanía ya sabe: la mala y hasta pésima relación entre las titulares del Centro de Justicia para Mujeres, Jasibe Valencia de los Santos y la subprocuradora de Delitos contra la Mujer por Razón de Género, Ileana Hernández Gómez. Mala relación que tiene consecuencias graves sobre la vida y la libertad de las mujeres de Oaxaca, porque tal parece que en lugar de caminar en un mismo sentido, ambas buscan atropellarse y hacer mala propaganda una de la otra, ¿a costa de qué? de las mujeres víctimas de violencia de género ya que resultan incapaces de realizar investigaciones certeras y en su caso órdenes de aprehensión contra los victimarios, situación que puede llevar meses, o nunca ocurrir.
Esta circunstancia confirma que Gabino Cué sigue respondiendo hoy por hoy, y a pesar de los pésimos resultados, a los acuerdos tomados entre los grupos políticos a los que se les paga con cargos en la administración pública, diputaciones y negocios, tal es el caso de Valencia, que pasó de la justicia restaurativa donde se especializó en “conciliar” delitos atroces de violencia de genero, al Centro de Justicia para Mujeres.
Pero si el PAN-PRD-PT y Convergencia pueden aliarse y hacer del gobierno un tubo de ensayo, con un líquido espeso que no fluye por ningún lado, pero que sirven de manera específica para combatir al enemigo público número uno, es decir el PRI, ninguno de estos partidos políticos de “derecha-izquierda” tiene empacho en hacer “alianzas” con el tricolor.
El efecto de esos moles siempre golpea a las mujeres y como el mal ejemplo cunde, los partidos chiquitos pero picosos también juegan a compartir el pastel con el PRI, como sucede hoy en el gobierno de la ciudad de Oaxaca, donde tal parece Javier Villacaña está destinado a repetir la historia de estas fórmulas que no sirven para nada excepto que para torpedearse en casa, solo que él no tiene seis años para realizar el experimento político, sino sólo tres años, y dadas sus aspiraciones tendrá que empezar a mirar el futuro con otros ojos, más allá de su visión de “líder de colonias” como fue calificado esta semana en una televisora.
Pues sí también en el municipio se repartieron el pastel. Así que Villacaña cedió los espacios según su importancia y como el Instituto Municipal de la Mujer es algo que lo tiene sin cuidado se lo regaló a ese partido chiquito que tuvo como candidato hoy diputado federal a un dirigente de mercados, aspirante a grillo mayor, y de cuyo nombre no quiero acordarme. Así que ya salió el peine, ya se sabe de dónde salió la titular del Instituto Municipal de la Mujer, Eva Patricia Bravo Espinosa, es de esas cuotas que ahora tiene que pagar Villacaña a costa del avance de las mujeres.
Y así es como llegó y corrió a todo el personal que ahí laboraba para “acomodar” al nuevo personal, todos varones, por cierto. Uno de ellos ex porro universitario y otro, dicen las malas lenguas, policía o militar.
Hechos como los que suceden en el gobierno municipal como en el gobierno estatal, permiten a la ciudadanía explicarnos por qué tenemos los resultados en violencia feminicida y feminicidio que hoy tenemos.
La simple ecuación del valemadrismo y la egolatría de los señores del poder, tienen hoy a las oaxaqueñas en una posición de inseguridad, ahondando las injusticias y profundizando la corrupción.
En muy pocos días, otra vez como hace más de cien año, las mujeres del mundo conmemoraremos el Día Internacional de la Mujer, del cual se “colgarán” los gobernantes. Ya los leo, ya los oigo, lanzando loas y haciendo promesas que no cumplirán. Lo sinvergüenza y el cinismo es el tono político de nuestros días.
@jarquinedgar