Oaxaca, México.- Con la realización de mesas redondas a celebrarse en diversas ciudades del país, así como un encuentro de fonotecas y archivos fonográficos, entre otras actividades, la Fonoteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) festejará sus primeros 50 años de vida.
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La etnomusicóloga estadounidense Henrieta Yuerchenko.
, con fotos de la Fonoteca del INAH y de Omar Quijas (3).[/caption]
Cinco décadas se cumplieron desde la grabación de
Testimonio Musical de México, el legendario disco y “mito fundacional” de lo que hoy se conoce como la Fonoteca del INAH, responsable de la investigación, el registro, la conservación y la difusión de la música tradicional y popular, y de las tradiciones orales, entre otros archivos sonoros.
En 1964, un grupo de antropólogos y etnólogos independientes, entre ellos Irene Vázquez Valle y Arturo Warman Grij, registraron la música de las culturas indígenas en el disco
Testimonio Musical de México, que cuenta con dos apartados, uno dedicado a la música indígena y el otro a la mestiza.
“En un curso de introducción al folclor efectuado en 1963, en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), que se encontraba en lo que hoy es el Museo Nacional de las Culturas (MNC), especialistas en la temática del folclor, que por aquellos años estaba muy en boga, produjeron con sus propios recursos el disco”, recordó Benjamín Muratalla, subdirector general de la Fonoteca.
En una etapa donde la etnomusicología estaba en ciernes y la música tradicional era entendida como folclórica, los especialistas grabaron un material que consignaba música huichol, tenek, nahua, mixteca, tzoltzil y mayo, lo que a la postre se convertiría en la plataforma de la colección más importante de música tradicional y popular de América Latina, y su devenir lógico fue la Fonoteca.
“Diez años después, el disco lo reeditó el INAH (la primera edición se hizo de manera independiente). Este año pensamos volver a reeditarlo con motivo del aniversario”, explicó Muratalla.
Las actividades conmemorativas incluirán mesas redondas en las que se abordará el papel que ha desempeñado la Fonoteca en la investigación, el registro, la conservación y la difusión de estas expresiones musicales.
“La primera se efectuará en mayo en la ciudad de Morelia, a la que asistirán músicos tradicionales, investigadores, bailadores, danzantes y promotores para discutir en torno a qué ha hecho la Fonoteca y en qué ha contribuido para dar a conocer las vertientes musicales, conservarlas e impulsarlas”.
La segunda mesa será en julio en la ciudad de Oaxaca, donde se darán cita creadores oaxaqueños, de Chiapas, Veracruz y Guerrero. La última reunión se celebrará en la Ciudad de México, en el marco del X Foro Internacional de Música Tradicional (septiembre-octubre), así como el Encuentro de Fonotecas y Archivos Fonográficos del INAH, programado en la ciudad de Puebla en noviembre.
El subdirector de la Fonoteca refirió que la tecnología de grabación ha sido una herramienta utilizada por todas las instancias académicas del Instituto, desde la antropología social hasta la lingüística, e inclusive algunos arqueólogos utilizan la grabadora para sus bitácoras, graban sus conferencias o ponencias. “El grave problema es que todos esos soportes están dispersos”.
Por tal motivo, desde el año pasado iniciaron una campaña para detectar en dónde están esos acervos, para concentrarlos, editarlos y digitalizarlos, además de aplicarles técnicas de conservación con miras a realizar una catalogación uniforme para que estén a disposición de todo el público.
Otra celebración que coincide con el 50 aniversario de la Fonoteca es el X Foro Internacional de Música Tradicional, que ha jugado un papel muy importante en la difusión de la música nacional y cuya realización será en septiembre y octubre, como parte de la XXVI Feria del Libro de Antropología e Historia.
El X Foro Internacional de Música Tradicional –aseguró Benjamín Muratalla- no es sólo para los académicos, sino también para los creadores, músicos, bailadores, lauderos y todos aquellos que tengan interés en la música tradicional y popular de México.
Como parte de la serie discográfica
Testimonio Musical de México, la Fonoteca editará nuevos títulos como
Un siglo de registros musicales de coras y huicholes, que parte desde las grabaciones de Carl Lumholtz hasta lo hecho recientemente;
Un mariachi tradicional del Gran Nayar, del investigador Jesús Jáuregui; uno más sobre expresión tepehua, otro sobre género norteño titulado Arriba el norte, que consta de dos volúmenes.
Además, con la edición de un disco cuyo repertorio data del año en que se fundó el INAH, la Fonoteca se suma a los festejos por el 75 aniversario del Instituto.
La Fonoteca del INAH cuenta con cuatro académicos que desarrollan proyectos antropológicos, etnológicos, etnohistóricos y etnomusicológicos: Felipe Flores, Carlos Ruiz Rodríguez, J. Jesús Jáuregui Jiménez y Marina Alonso Bolaños.
Posee un acervo de 18 mil soportes que van desde discos de acetato, vinil, casetes, cintas de carrete abierto, discos compactos, DAT, carrete de alambre hasta un cilindro de cera. “Tenemos un importante material de campo, son grabaciones de carácter etnográfico, esa es una de las características más importantes de nuestras grabaciones. Procuramos que técnicamente las grabaciones estén bien hechas, pero sobre todo, cuidamos que sean documentos etnográficos”, explicó Muratalla.
La Fonoteca cuenta con un importante acervo agrupado en los Fondos Fonográficos y Documentales:
Testimonio Musical de México, Arturo Warman Grij, Irene Vázquez Valle, Gabriel Moedano Navarro, E. Thomas Stanford, Henrietta Yurchenco, Carl Sofus Lumholtz, Samuel Martí, Konrad Theodor Preuss, José Raúl Hellmer Pinkham y Jesús Jáuregui, también con colecciones fonográficas de Antonio García de León, Raúl Villaseñor y Juan José Rivera Rojas, además de los Archivos de la Palabra, Programa de Historia Oral y el Testimonial Sonoro de Personalidades. Tiene también un área de control de acervos, donde se realiza desde un inventario y la aplicación de técnicas de conservación hasta la limpieza de soportes.
“Nos han llegado donaciones muy valiosas, la más reciente de la Sociedad Mexicana de Musicología, en la que participaron grandes investigadores, acervo que estaba abandonado en el sótano de una casa y que ahora nos toca rescatar y difundir”.
Pese a que la principal ocupación de la Fonoteca es la música tradicional y popular, Muratalla afirmó que buscan que se acepte de todo tipo, la única característica que deberán cumplir es que se investigue o que sea considerada, desde un punto de vista antropológico o histórico, como patrimonio cultural.
Los retos a los que la institución se enfrenta, de cara a sus primeros 50 años de vida, son registrar más música, acudir a más regiones e incrementar sus acervos, para que se difundan a amplios sectores del país, que se inserten en los planes y programas de estudios de la educación básica, y que se aprovechen las nuevas tecnologías digitales para su difusión.
La etnomusicóloga estadounidense Henrieta Yuerchenko.
