León, Guanajuato.-¡Globos, risas, diversión, paseos, conciertos, aromas, sabores y más de 200 mil visitantes! crearon ayer la magia en el Festival Internacional del Globo (FIG). Desde las 5 de la mañana, las calles de León recibieron vehículos que se dirigían al Parque Metropolitano de León. En las ventanillas de los autos, camionetas y autobuses las sonrisas de los pasajeros mostraban su entusiasmo, porque verían más de 200 globos aerostáticos elevarse y colorear el firmamento al salir el sol. La espera en el tráfico de los distintos bulevares de León solo fue un incentivo para que los visitantes y leoneses corrieran rumbo al Parque Metropolitano, donde los pilotos de Estados Unidos, Canadá, Argentina, entre otros países, preparaban los globos para elevarlos. Cerca de las 6 de la mañana, la taquilla para comprar boletos llegaba desde la puerta principal del parque hasta el libramiento Morelos y de ahí seguía por más de dos kilómetros rumbo a la salida a Silao. Ya en el parque, miles de personas se apretujaron en la entrada y en cinco filas entraron al Metropolitano. “¡Vamos por las escaleras, ya están despegando los globos corre, corre!”, gritaban niños y adultos a sus acompañantes. Las chamarras, abrigos, boinas y sombreros eran el atuendo en común de los visitantes, pues la temperatura llegaba a los 9 grados centígrados a las 7 de la mañana cuando los primeros globos se elevaron. Las escaleras para subir a la cortina de la presa parecían un hormiguero recién apedreado, todos los asistentes estaban alborotados y querían subir. De pronto, varios jóvenes tomaron la iniciativa. “¡Por las rocas, sí se puede subir!”, gritaron y enseguida se abalanzaron sobre la pila de piedras y grava para escalar hasta la cortina de la presa. Detrás de los jóvenes, decenas de familias arriesgaron su seguridad y comenzaron a escalar, con niños de la mano y bebés en brazos. Una vez arriba, la fila de personas que caminaban rumbo al aeródromo parecía no tener fin. Sin embargo, los globos en el aire, la playa a la derecha y el agua de la presa eran una postal que todos querían tener. Los teléfonos, las cámaras caseras y profesionales eran empuñadas por la mayoría de los asistentes que se tomaban la foto del recuerdo o en su caso la selfie.
Los globos
El paisaje mostraba globos con figuras de búho, un bebé dinosaurio en su cascarón, delfines, un Mickey Mouse, un Angry Bird, el Correcaminos, el ya tradicional casco de Darth Vader, entre otros. “¡Mamá, mamá, mira es Bob Esponja, ahí está junto al que es un reloj!”, gritaba emocionado José, de 6 años, que recién subía por la pared de piedras. Hasta cerca de las 10 de la mañana, los globos sobrevolaron cerca del lago y por los edificios de Gran Jardín, después, uno a uno descendió y la multitud comenzó a disiparse. La gran mayoría de las personas se dispersó por el parque, tendieron mantas, colgaron hamacas y los niños compraron papalotes. Para las 3 de la tarde, el cielo era surcado por al menos 100 papalotes con formas de aves que controlaban los niños desde el suelo. A cada minuto que caía la noche, las personas se acercaban al aeródromo para ver el espectáculo esperado, la noche mágica con los globos inflados nuevamente, encendidos por el fuego, las luces y listos para brindar una velada inolvidable para miles de personas que se sentaron alrededor, o que caminaron por la zona para ver mejor cada detalle y escuchar la música variada.
Extranjeros disfrutan FIG
Durante la edición número 13 del Festival Internacional de Globo, extranjeros que visitaban el País y otros que llegaron específicamente para el evento aseguraron que el FIG es un espectáculo “extraordinario”. A decir de personal del festival, los visitantes extranjeros llegaron de Estados Unidos, Francia, China, Canadá, Argentina, Chille, España, entre otros países. “Es un evento increíble, tener tantos globos al mismo tiempo, música, comida riquísima, creo que faltó algo de organización para tanta gente que llegó, pero está muy bien, lo que creo que puede mejorar son los baños”, comentó Vincent Zhao, originario de China y que vino a León solo a ver la noche mágica con más de 200 globos encendidos, al calor del ambiente y ritmo de la música electrónica, pop, trance, rock y más. Despertar a nueve grados centígrados, a las 6 de la mañana, junto a la presa de El Palote, es una experiencia que cautivó a los visitantes. “Aquí el amanecer es espectacular, junto al lago con los patos, ver los globos inflarse y después que se eleven por todos lados… es único, estoy feliz de tener esta oportunidad”, dijo Gabin Delotor, originario de Francia, que desde el sábado llegó junto con sus amigos para disfrutar del evento. Entre las cosas que los viajeros aseguraron se debe mejorar son la circulación para llegar al FIG y los servicios de sanitarios. “Algo que me dio muchas náuseas fueron los baños, están muy sucios y el tráfico para llegar es fatal, se tarda uno horas entre los carros, creo que eso se tiene que mejorar, pero sobre todo los baños, en verdad la gente cómo los deja así”, expresó Alban Altier, que llegó desde Francia.
Ofrecen comida mexicana
Los visitantes del Festival Internacional del Globo tuvieron la oportunidad de comer huaraches, enchiladas, arrachera y decenas de platillos de la región, Oaxaca, Hidalgo, entre otros lugares. El área de gastronomía situada a 50 metros del escenario y a 100 del aeródromo alberga a más de 50 stands con alimentos para todo tipo de paladares. “Nosotros lo que más hemos vendido son los tacos de arrachera, es lo que más le llama la atención a la gente, también los huaraches que con uno solo llenan”, mencionó Eduardo González, cocinero del negocio “La salsa de la Casa”, donde preparan seis tipos distintos de salsas. Ayer, los aromas de los alimentos guisados se esparcieron por todo el espacio de gastronomía con ayuda del viento, que junto a la presa de El Palote, refrescaron a los visitantes y les abrieron el apetito. Entre los negocios de alimentos también llegaron comercios de Veracruz, Michoacán y Celaya. “Los megaburros son lo que más nos pide la gente, sobre todo de arrachera, ése lo piden muchísimo porque es riquísimo y tan grande que ni en las dos manos cabe”, comentó Gabriela Sánchez, trabajadora del establecimiento “La Casa de las Enchiladas”. Uno de los puestos que más aromas desprendió y apetitos despertó fue el de las hamburguesas al carbón y sus alitas adobadas estilo Hidalgo. “Las preparamos al carbón, bien asadas y jugosas, les ponemos su lechuga, jitomate, cebolla, jamón, tocino, cátsup, mostaza y la salsa secreta”, antojó Ricardo Arreola a los visitantes que se acercaban a su puesto.
Reprueban suciedad en sanitarios
El servicio gratuito de sanitarios portátiles en el Festival Internacional del Globo dejó mucho que desear según indicaron visitantes, que al abrir cada puerta de los más de 60 gabinetes encontraron suciedad y pestilencia. “Es un asco entrar a esos baños, un verdadero asco, están todos llenos de excremento hasta las paredes y nadie que los limpie, ni siquiera se soporta el olor”, dijo Israel Aguirre, del Distrito Federal. Las filas para lograr acceder a los baños azules en ocasiones eran hasta de 50 personas, sin embargo, cuando los usuarios llegaban a las puerta, preferían retirarse. “Cómo pueden estar así de sucios los baños. Yo revisé cinco y en ninguno se podía hacer las necesidades, creo que eso deja mucho que desear de limpieza”, comentó Héctor Moreno, de Guadalajara. Por dentro, los sanitarios tenían las papeleras desbordadas hasta el piso, en otros el papel incluso estaba alrededor de las tazas y algunos fueron embarrados por completo de excremento y la mayoría tenía el piso mojado. “No se puede entrar a los baños, son una necesidad y no se pueden usar porque están demasiado sucios, yo casi vomito cuando abrí la primera puerta, tuve que buscar en seis baños más hasta que encontré uno que estaba más o menos decente y no hice a gusto, me tuve que aguantar el olor”, expresó Mariana Miranda, del Estado de México.
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