Arte rupestre en México

Autora: Karla Motte

Oaxaca, México.-El arte rupestre es la manifestación cultural tangible más antigua del mundo; se compone por dibujos, grabados o relieves plasmados en superficies rocosas y se encuentra prácticamente en todo el planeta. México es un país con gran riqueza de arte rupestre, y se han localizado yacimientos prácticamente en todo el territorio nacional, aunque debido a las condiciones climáticas el arte rupestre que más se ha conservado se ubica en el norte del país.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es la institución encargada de registrar y emprender trabajos de conservación de estas manifestaciones prehistóricas; actualmente tiene registrados más de 3 700 yacimientos con pinturas o grabados. También ha calculado que aproximadamente el 70% de los sitios arqueológicos del norte de México resguardan elementos de arte rupestre.

En México este arte comenzó a ser registrado desde el siglo XVIII por aficionados e investigadores autodidactas que se sintieron atraídos por los vestigios prehistóricos, aunque en aquél momento no existía un conocimiento acerca de sus significados. Al paso del tiempo el desarrollo de una conceptualización científica sobre la prehistoria llevó a la elaboración de interpretaciones elaboradas sobre por qué nuestros antepasados plasmaron figuras de diversos tipos en cuevas, montañas o piedras.

En el momento histórico previo al desarrollo de la escritura, las sociedades humanas registraron a través de símbolos y dibujos tanto sus actividades cotidianas como concepciones complejas sobre las fuerzas de la naturaleza, sus percepciones sobre lo sagrado e inclusive observaciones astronómicas que dan cuenta de un conocimiento profundo sobre el movimiento de los astros. Como ejemplo de lo anterior, se han desarrollado investigaciones en los sitios de “El Gabillero” y “El Mogote” en Coahuila, sobre grabados rupestres que registran los equinoccios y solsticios, en donde además hay símbolos que representan una calendarización de 91 y 93 días. Ello da cuenta del elevado nivel de conocimientos trazados en las piedras.

En Baja California Sur, mientras tanto, se han localizado las pinturas rupestres más antiguas de América que se ubican en la Cueva San Borjita y se elaboraron hace unos 7 500 años. Las investigaciones de fechamiento realizadas con radiocarbono sorprendieron a los especialistas del INAH, encabezados por la investigadora María de la Luz Gutiérrez. Para la elaboración de los yacimientos rupestres de las localidades de San Francisco y Guadalupe, se utilizaron pigmentos hechos a base de minerales y savia de cactáceas, que fueron retocados en diferentes etapas. También Zacatecas posee gran cantidad de sitios con arte rupestre, pues actualmente se conocen más de 5 000 pinturas en cuevas del estado. Sin embargo se reconoce que es necesario realizar una gran cantidad de investigaciones para conocer más sobre el origen y significado de estas manifestaciones prehistóricas.

Además de registrar los puntos del territorio en donde hay vestigios rupestres, es importante resguardar las zonas y trabajar en aras de la conservación de estos materiales, que son un baluarte cultural insustituible, que permite conocer acerca de la naturaleza humana. Los anteriores son sólo unos cuantos ejemplos de la enorme riqueza rupestre de México, pues las huellas de nuestros antepasados se encuentran prácticamente en todo el país.

Aún queda mucho trabajo por hacer en cuanto a investigación y conservación, pero una valiosa herramienta para que esta manifestación antigua siga existiendo y arrojando datos sobre nuestro pasado, es la conciencia del enorme legado cultural que significa para toda la humanidad.

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