Lilia TORRENTERA G.
Oaxaca, México.- La movilidad circular de materia y creación, de Ricardo Pinto; el acontecer de la vida misma desde la visibilidad del horizonte de Virgilio Santaella y las tonalidades de los claroscuros que se funden desde la emoción cotidiana de Ivonne Kennedy, son los elementos que coinciden en la muestra “Registros de la memoria” bajo la curaduría de Ramón Nuñez Rojas.
El horizonte como filosofía de vida
Virgilio Santaella, es uno de los más importantes artistas en Oaxaca, cuya sencillez personal es reflejo de la filosofía de vida que predica en las obras que expone en la muestra colectiva en la Casa de la Cultura Oaxaqueña (CCO).
Para él, el horizonte no es una coordenada geográfica, es mucho más allá: Es el lugar de arribo de sueños y hechos cotidianos que marcan y alimentan la memoria personal.
La horizontalidad, le permite a Virgilio Santaella colocar colores, objetos, signos o acciones que se dejan de percibir por la vorágine diaria, pero que están ahí, listas para salir a flote para recordar la historia de una persona.
Coincide con Ricardo Pinto en que lo abstracto no tiene por qué ser un arte alejado del espectador,:
“Como individuos estamos marcados. Desde la infancia nos marcan ciertas situaciones, las cuales hacen proclive que nos acerquemos a ciertas expresiones artísticas”
Por ello precisa la intención de sus obras:
“Tomo al horizonte como aquel limite en que las experiencias y toma de decisiones, marcan el desarrollo de una persona que se convierten en una filosofía de vida”.
La abstracción en el círculo creación-retorno
Para el pintor y escultor, Ricardo Pinto, las serie de obras que presenta, juega con la territorialidad, los límites y las huellas dejadas en un espacio al tener como materia de creación, la malla ciclónica y su accidental forma con un símbolo heredado de la cultura más rica de Mesoamérica.
Por eso explica que la esencia de las diez piezas, resultado de dos años de trabajo, tienen como una intención intima, involucrar al público en la confusión que él mismo ha tenido con uso de palabras homófonas, que aunque describen algo concreto, tienen la posibilidad de la transformación.
“Es una dialéctica que genera diversas ideas. Es jugar con la costumbre que tenemos de que al habla de Cultura Maya, se evoca a la expresión ancestral, mientras que mi obra, se basa en la visión que tengo de la malla ciclónica, cuyo nudo se asemeja al símbolo maya Ollin”.
A partir del Ollin, esta forma que dibuja la significación de movimiento, Ricardo Pinto le añade el contexto contemporáneo a través de la abstracción que refrenda la sabiduría ancestral plasmada en sus obras.
“De la malla, se generan limitantes, se cierran espacios y se deja una marca. Y eso me gusta mucho”.
Así, en el entretejido de curvas y “ollin”, ´Pinto coloca los objetos como algún cuerpo humano, un animal o simples líneas que como ha dicho, dejan huella, en un espacio y en un tiempo de su memoria.
“Registros de la memoria”, se abre al público este viernes 24 de julio a las 19:00 horas en la Galería Rufino Tamayo de la CCO.